Hospital Carlos van Buren
8El Hospital Carlos van Buren se muere... Y junto a suanunciada agonía, tar bién están los innumerables pacientes quesiguen en de espera.
Mientras sus funcionarios avisan que no hay recursos, quese han cerrado pabellones quirúrgicos, que no hay insumos y que temen lo peor enel mesde 0ctubre, el mundo político está enfrascado elección y haciendoloque mejor sabe hacer: promesas y más promesas, pero en ninguna incluyen una potente inyecciónal Van Burenquelosaque del sopor y abandono, porquetodos los porteños lo necesitan. Más que buscar culpables, hoy se requieren soluciones, poner a la salud en el lugar que le corresponde, no esperar que un hospital como el Van Buren agonice. Luis Enrique Soler Milla