Autor: JOAQUÍN AGUILERA R.
Álvaro Vargas Llosa y causas de crisis social: “Chile fue víctima de su propio progreso”
Álvaro Vargas Llosa y causas de crisis social: “Chile fue víctima de su propio progreso” En medio de un auge del populismo en Latinoamérica, el analista observa con preocupación el deterioro del modelo chileno que, a su juicio, era el “paradigma” de la región. Cuestiona la “frivolidad” del sector liderado por el Presidente Gabriel Boric, pero destaca el “despertar” de la clase media que impulsó la moderación del mandatario.
Los chilenos Chile un estado de querían construir en bienestar a la europea, eso era imposible de financiar, imposible de crear”. (Boric) una vez posiciones de en el Gobierno, en responsabilidad de Estado, se dio cuenta del peligro y de a dóndelo podían conducir los que estaban incluso a su izquierda.
Entonces se frenó”. Una radicalización política, reformas sin hacer, frustración de expectativas y sobre todo un factor generacional son, para Álvaro Vargas Llosa, intelectual de nacionalidad peruana y primogénito del Premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, las causas que están detrás de la crisis social que se desató en Chile durante 2019.
Sobre todo, el escritor y periodista cree en la hipótesis de la desconexión entre los valores de una generación que construyó las bases para el desarrollo social y sus descendientes, liderados por un grupo que logró capitalizar este movimiento y hoy ocupa posiciones de poder.
A ellos los califica como “unos niños frívolos, acomodados, niños bien, con la idea de cambiar el sistema chileno”. Vargas Llosa ha dedicado buena parte de su trayectoria al análisis de la economía política internacional, con un especial énfasis en Latinoamérica. Ahora ve con preocupación el avance del populismo y su impacto en el bienestar económico de la población. Considera que ambos fenómenos están estrechamente relacionados, en buena medida por la dependencia de los países al ciclo de los commodities. El escritor cree que el modelo chileno imperante en los pasados 30 años era perfectible pero exitoso, y por eso fue “el paradigma” de la región.
Destaca el fracaso del proceso de reformas constitucionales, atribuyéndolo a que “la clase media chilena reaccionó de un momento dado y dijo no, hasta aquí llegamos”. Pero piensa que el futuro del país es una “interrogante”, que en buena medida se definirá en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias. Si se considera un modelo de éxito, ¿qué causas cree que explican el descontento social que derivó en la crisis de 2019 en Chile?“Chile fue víctima de su propio progreso. Se creó una generación de gente joven que lo había recibido todo y se había roto la transmisión generacional de cómo se crea la riqueza, el esfuerzo que habían hecho sus mayores.
Ellos olvidaron todo eso y pensaron que tenían un derecho adquirido a ser prósperos, entonces no solamente dejaron de hacer lo que tendrían que haber hecho, sino que empezaron a poner exigencias y demandas del Estado chileno mayores de las que el Estado chileno podía cumplir”. “Un segundo problema es que suele ocurrir, cuando la clase media se expande y prospera, que le exige mucho al Estado. Le exige un nivel de cobertura, de participación y de protección que es incompatible con una sociedad verdaderamente abierta, verdaderamente libre y verdaderamente pobre. Los chilenos querían construir en Chile un estado de bienestar a la europea, eso era imposible de financiar, imposible de crear.
Entonces, la confrontación vino por ahí: le estaban pidiendo al modelo chileno cosas que el modelo chileno no podía (dar)”. “Un tercer asunto, ya más concreto: que Chile hubiera hecho reformas que habían tenidoÁlvaro Vargas Llosa ha dedicado buena parte de su trayectoria al análisis de la economía política internacional. Vargas Llosa tenía una larga amistad con el fallecido expresidente Sebastián Piñera y compartió con él por última vez en noviembre del año pasado, meses antes de su deceso.
Estuvo con él en una de las últimas actividades internacionales del exmandatario, en una gira que lo llevó por República Dominicana a un encuentro con expresidentes latinoamericanos y el actual jefe de Estado de ese país, para luego asistir, en Miami, a un homenaje a Mario Vargas Llosa organizado por el Centro Adam Smith para la Libertad Económica de la Universidad Internacional de Florida.
También solía compartir con el exmandatario chileno en estas instancias, pues acostumbraba a participar de las convocatorias de Piñera en las iniciativas vinculadas a la Alianza del Pacífico y, posteriormente, en el Grupo Libertad y Democracia. El presidente Piñera terminó su gobierno con baja aprobación, pero la gente se volcó a las calles cuando se produjo su fallecimiento. ¿Cómo se explica un cambio tan radical en la valoración ciudadana?“Pasa mucho. Hay un caso, y son distintos porque uno fue dictador y el otro no, pero ocurrió con Alberto Fujimori. Acaba de morir y hubo una especie como de revalorización de su figura, cuando era una persona mayoritariamente criticada.
No sé si hay una mayoría de peruanos ahora que lo respalda, no necesariamente es el caso, pero el fallecimientode una figura política normalmente tiene ese efecto”. “En el caso de Piñera hay un matiz distinto y es que la gente valoró lo que fue Piñera. Piñera fue varias cosas. Primero, recordemos que viene de la Democracia Cristiana, fue una derecha moderada; lo acusaban de pinochetista, lo cual era ridículo porque él hizo campaña por el No, contra Pinochet.
Su gobierno, si de algo ha sido acusado por la derecha, es de no haber sido suficientemente de derecha, de hacer demasiadas concesiones a la socialdemocracia, de haber sido un gobierno que no se atrevió lo suficiente.
Pero bueno, él entendía que tenía que reconciliar a la sociedad chilena que estaba muy polarizada después de Pinochet, y entonces él quiso hacer una derecha moderada, una derecha dialogante, y le respondieron como le respondieron en 2019, ya en su segundo gobierno, de una manera extremadamente violenta.
Creo que también ha jugado el factor tragedia, una muerte natural es una cosa, pero una muerte trágica como esa, evidentemente sensibiliza a una sociedad”. “Un tercer factor que creo que hay que mencionar es el comportamiento de Boric. Ahí se comportó como un estadista, hay que reconocerlo, no como un adversario ideológico ni político, no como el loquito que había sido en 2019.
Creo que eso ayudó a que un sector de la sociedad chilena, que veía a la figura de Piñera con mucho recelo, participara de esta condolencia nacional”. resultados positivos no significaba que había terminado la tarea, que la misión ya estaba cumplida. Tú tienes siempre que seguir haciendo reformas, y yo creo que, a partir, sobre todo de Bachelet, eso se detiene y se empieza a revertir, y a partir de Bachelet se deja de crecer. Cuando se deja de crecer unos años, ya evidentemente esa clase media empieza a sentir el golpe, empieza a sentir un efecto en su bolsillo. Y eso creó una frustración social muy grande que fue muy utilizada y se tra-dujo luego y este es el cuarto factor en la radicalización de la izquierda. Hay una tradición de radicalización de la izquierda en Chile, en 2019 se ve de una manera muy notoria y margina completamente a la centroizquierda.
De hecho, la centroizquierda, en un momento dado, trata de desmarcarse de los violentos, pero luego se ve arrastrada y vemos gente que había sido muy razonable, que empiezan a apoyar lo que están haciendo los loquitos y los violentos”. Cuando habla de este cambio generacional, ¿el Presidente Gabriel Boric y su coalición representan a ese sector?“Sí, yo creo que sí, con una diferencia.
Y es que el Presidente, una vez en el Gobierno, en posiciones de responsabilidad de Es-. O I R U C R E M L Etado, se dio cuenta del peligro y de a dónde lo podían conducir los que estaban incluso a su izquierda. Entonces, se frenó.
No digo que se volvió liberal, ni digo que empezó a hacer las cosas que hay que hacer, simplemente frenó un poco ese proceso de radicalización y ese hundimiento del modelo en el que Chile estaba embarcado. Pero no lo hizo, digamos, porque un día se despertó y vio a la Virgen, sino porque la sociedad chilena reaccionó, la clase media chilena reaccionó. Y él, hay que reconocer, tuvo la capacidad de lectura y el olfato para entender lo que estaba pasando en la sociedad chilena. Eso le ha hecho bien a América Latina, porque en la medida en que Chile era visto como un modelo, era muy peligroso que él continuara en ese camino.
Imagínense que él se comportara como (Gustavo) Petro en este momento, sería un daño tremendo a toda América Latina”. Pese a ello, usted cree que el futuro de Chile es “una interrogante”. ¿Se puede reconciliar esta generación con lo que hizo, por ejemplo, la Concertación?“Es difícil, depende enteramente del liderazgo, porque eso no lo puede hacer Boric solo.
Si el liderazgo de la izquierda de 2019, que hoy tiene distintas posiciones de responsabilidad y representatividad ante la sociedad, decide conducir a su generación hacia esa reconc i l i a c i ó n, y o creo que es posible, pero vamos a v e r s i e s t á n d i s p u e s t o s a eso.
Vamos a suponer que pierden el poder en la próxima elecc i ó n, q u e Evelyn Mattheio quien sea gane la elección. ¿Cómo se van a comportar? ¿ De una manera responsable, como la leal oposición de su majestad? ¿ O van a volver a las calles con violencia? Eso va a depender de ellos. Si ellos hacen eso (lo segundo), no va a haber reconciliación posible.
Tienen una responsabilidad ellos de lo que pase en el futuro”. Populismo y economíaVargas Llosa se resiste a hablar de una predisposición o condicionamiento cultural en Latinoamérica hacia los gobiernos populistas, pero reconoce que hay una herencia marcada.
Tiene una teoría distinta, basada en la estructura económica de países muy dependientes de las materias primas, cuya volatilidad deja expuesto el desarrollo de los países al curso de los ciclos globales, marcados por el cortoplacismo.
Cree que hoy día la situación es compleja, especialmente al mirar a los países más grandes de la región, como México, donde cuestiona la concentración de poderes que “desborda los límites de la democracia liberal”. Tampoco ve con buenos ojos la realidad brasileña, por la politización de la justicia.
También critica la conducción de Gustavo Petro en Colombia, “con un nivel de agresividad yde hostilidad que está creando un clima muy desagradable”, y que a su juicio pretende acercarse al modelo venezolano, que ni siquiera cuenta en su listado. En el caso de Argentina, ¿el gobierno de Javier Milei es populista?¿ El populismo determina el fracaso económico, o al revés?“Pasa una paradoja, y es lo siguiente: Básicamente, 70% de nuestras exportaciones son materias primas. Entonces, estamos sujetos a los ciclos de los commodities. Cuando estamos en la parte alta del ciclo, por ejemplo entre 2013 y 2014 que fue un gran boom económico, se benefician populistas y no populistas.
Esto es tremendo, porque el kirchnerismo, el chavismo, Correa en Ecuador, el propio Evo Morales en Bolivia hubo años en que ingresó tanto dinero fiscal por los commodities que ellos repartieron muchísimo dinero y hay una especie de sensación de bonanza en la población.
Son regímenes muy populares todos ellos; hoy día son repudiados y la gente los recuerda con mucho desprecio, pero no hay que olvidar que los Kirchner fueron muy populares, que Chávez fue inmensamente popular, que Correa fue inmensamente popular y que Evo Morales fue inmensamente popular y todavía tiene una base”. “Pero luego ¿ qué pasa?: vienen las vacas flacas a partir del 2015. Eso es cíclico y entonces se empiezan a desprestigiar los populistas y los no populistas”. El programa que está llevando a cabo Milei no es un programa populista, es unprograma para corregir el populismo. En lasformas de Milei, digamos que sí, que hay algo de herencia populista”. “Es una buena pregunta.
Sí y no; creo que Milei es producto de la sociedad argentina, que en las últimas décadas por ese proceso de tremendo declive económico, social y cultural ha producido una forma de hacer política que es muy hostil, muy agresiva, muy confrontacional.
Milei surge de todo eso, pero además surge expresando a un sector de la población que ya no puede más, que está absolutamente harta de una herencia que es antigua y que ha logrado convertir un país de primer mundo en un país de cuarto mundo. Hay algo de eso en las formas de Milei, pero sabe lo que está haciendo y lo que está haciendo conduce a buen puerto siempre y cuando la gente tenga paciencia.
Mi gran preocupación con Argentina es que hay dos calendarios, el calendario de la impaciencia popular y el calendario de los frutos de las reformas y va a depender de qué calendario avance más rápido el que funcione o no funcione”. “El programa que está llevando a cabo Milei no es un programa populista, es un programa para corregir el popul i s m o. E n l a s formas de Mil e i, d i g a m o s que sí, que hay algo de herencia populista quizás porque la cultura argentina se ha vuelto comple-tamente populista.
Hasta los liberales se han vuelto populistas en Argentina”. N Su amistad con Piñera: “Él entendía que tenía que reconciliar a la sociedad chilena”. Escritor e intelectual peruano analiza la caída en la confianza en Chile, a casi cinco años de las protestas de 2019 Álvaro Vargas Llosa ha dedicado buena parte de su trayectoria al análisis de la economía política internacional.