Vacaciones de invierno: cuando el descanso también cansa
Vacaciones de invierno: cuando el descanso también cansa Miércoles 25 de nio de 2025 J Opinión 24 Llegan las vacaciones de invierno invierno y con ellas una pregunta pregunta inevitable: ¿ realmente son un descanso? Muchas veces, asociamos este período con libertad total: dormir hasta tarde, comer sin horarios, aumentar aumentar el tiempo frente a las pantallas y suspender toda regla que recuerde a la rutina escolar. Pero, en la práctica, este tipo de “descanso” termina termina muchas veces generando generando más cansancio que alivio, tanto para niñas y niños como para quienes cuidan de ellos.
Chile enfrenta una crisis silenciosa en salud mental infantil, 20% de los niños, niñas y adolescentes del mundo tienen trastornos o problemas mentales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y si bien las vacaciones pueden ser una pausa necesaria, también se convierten en momentos sensibles donde las emociones están más expuestas, sobre todo cuando no se cuenta con apoyo o planificación. El descanso no es desorden. desorden. De hecho, las rutinas rutinas -aunque más flexiblessiguen flexiblessiguen siendo importantes: horarios estables de sueño, alimentación y uso de pantallas pantallas actúan como un marco de contención emocional. Estudios recientes advierten advierten que los cambios bruscos elevan los niveles de estrés, lo que impacta negativamente negativamente tanto en el ánimo como en la adaptación al retorno escolar. escolar. Mantener cierta estructura estructura ayuda a vivir este tiempo con más calma, sin que el regreso regreso a clases se vuelva una cuesta arriba. A esto se suma una realidad realidad compleja: muchas madres, padres y cuidadores siguen cumpliendo sus jornadas laborales laborales durante las vacaciones escolares. Según el estudio “Vacaciones “Vacaciones 3.0” (Laborum, 2024), el 45 % de los trabajadores en Chile no ha tomado días libres este año.
En la misma línea, la encuesta anual Radiografía de las vacaciones de los trabajadores trabajadores de la Mutual de Seguridad revela que un 58 % considera que las vacaciones no son suficientes suficientes para recuperarse del agotamiento acumulado. El resultado: resultado: una doble exigencia de presencia -trabajar y cuidar al mismo tiempoque genera altos niveles de culpa, sobrecarga y desgaste emocional, impactando directamente en la convivencia y el bienestar familiar. Por eso, más allá de los panoramas, panoramas, lo esencial está en lo cotidiano. Las vacaciones pueden ser una gran oportunidad oportunidad para reconectar en casa. No se necesita dinero, ni actividades actividades extraordinarias.
Jugar con lo que hay, leer juntos, incluir incluir a los niños en tareas del hogar según su edad -como doblar la ropa por colores, o jugar a quién guarda más rápido los juguetes-, cocinar algo simple en familia o armar un rincón de lectura improvisado, improvisado, son maneras reales y afectivas de compartir. También es importante recordar recordar que este periodo coincide coincide con el alza de enfermedades enfermedades respiratorias. Ventilar espacios, lavarse las manos con frecuencia y evitar aglomeraciones aglomeraciones siguen siendo medidas medidas clave para no pasar las vacaciones en cama. Y así como cuidamos a las niñas y niños, también debemos debemos cuidarnos. Planificar momentos propios de autocuidado, aunque sean breves, y apoyarse en las redes disponibles disponibles (amigas, familiares, vecinos) vecinos) puede hacer una diferencia diferencia significativa. Estar bien para acompañar bien.
Finalmente, para evitar el famoso “síndrome postvacaciona1 postvacaciona1 conviene preparar el regreso desde antes: retomar horarios gradualmente, usar calendarios visuales para anticipar anticipar lo que viene, y validar las emociones que surgen ante la vuelta a clases son estrategias estrategias simples que ayudan a transitar este cambio con más tranquilidad. En resumen, las vacaciones vacaciones de invierno pueden ser mucho más que un paréntesis. Pueden transformarse en una oportunidad concreta para fortalecer vínculos, fomentar la autonomía y cuidar el bienestar bienestar familiar. Con organización, organización, presencia y empatía, este descanso puede dejar algo más que cansancio: puede dejar buenos recuerdos. Paola Espina Bocic Psicóloga, magíster en Psicología Clínica, jefa de carrera carrera de Psicología de la Universidad Viña del Mar. Vacaciones de invierno: cuando el descanso también cansa.