El naufragio de las universidades estadounidenses
El naufragio de las universidades estadounidenses Por qué los conservadores atacan la educación superior El naufragio de las universidades estadounidenses por Martin Barnay La Casa Blanca emprendió una dura ofensiva contra muchas de las universidades más prestigiosas del país, a las que considera enemigas. Busca aprovechar el resentimiento que generan en parte de la población por su “elitismo” y la creencia en ascenso de que no es necesario el título universitario para trabajar. Más allá de la batalla cultural, lo que está en juego es el lugar de la universidad en la economía.
La La administración de Donald Trump ha golpeado el bolsillo de seis de las ocho universidades de la lvy League: suspendió el desembolso desembolso de 175 nii1lones de dólares en subvenciones subvenciones a la Universidad de Pensilvania, de 210 millones a Princeton y de 510 millones millones a Brown, e inició una auditoria sobre el uso de las 9.000 millones de dólares que redhe redhe Harvard cada año. Además, congeló más de 5.000 millones de dólares en presupuesto presupuesto para la investigación: y esto podría ser sólo sólo el comienzo. Las instituciones afectadas son bastiones del elitismo universitario estadounidense, estadounidense, conocidas tanto por la excelencia excelencia de sus profesores corno por la homogeneidad homogeneidad social de sus estudiantes.
El enemigo Columbia fue la primera en estar en el centro de la ofensiva: a principios de marzo, e1 gobierno gobierno anunció que iba a retirar 400 millones de dólares de ayuda federal, es decir, más de un tercio de lo que la institución recibe cada cada año. Oficialmente.
Washington le reprochaba reprochaba su laxitud frente al antisemitismo: el campus, ubicado en el norte de Manhattan, había sido uno de los focos más visibles de las protestas contra la guerra llevada a cabo por el gobierno israelien Gaza (1). La pronta rendición de Columbia puso a todo el sector bajo presión, aunque Harvard organizó su contraataque. El Departamento de Educación envió advertencias formales a unas sesenta universidades e impuso nuevas nuevas condiciones para acceder a los fina nciamientos nciamientos federales.
El Ejecutivo espera que esta pulseada le resulte favorable, en un momentoen momentoen que lapopularidadde Trumpse está está desmoronando, “Las universidades son un blanco fácil para para los conservadores considera Dylan Rilev, Rilev, profesor de sociologia en Berkeley. Para una parte de la población, cristalizan toda la arrogancia de las grandes ciudades costeras. Su prestigio se mide por su tasa de admisión.
Dicho de otro modo: por la canil dad de personas personas que excluyen”, En 2021, durante la Na tional Conservatism Conference jConferencia jConferencia Nacional del Conservadurismo], el actual vicepresidente James David Vance hijo de una familia pobre de los Apalaches y egresado egresado de la (muy) elitista facultad de Derecho de Yale, pronunció un discurso cuyo titulo era “Las universidades son el enemigo”. “Todas las encuestas muestran que el cuerpo docente docente se inclina de forma masiva hacia la izquierda izquierda recuerda Riley.
Noes ilógicoquelosrepublicanos ilógicoquelosrepublicanos vean los campus como máquinas de producir votantes del bando cono-ario”. Columbia ya estaba en la mira de losconsen-adores losconsen-adores mucho antes de los atentados del 7 de octubre de 2023 en Israel. Su ex presidente, presidente, Lee Bol linger, hahia roto con la tradicional tradicional reserva de su cargo para oponerse de manera pública a la reelección de Trump en 2020.
Por su parte, The New York Times también también trae a la memoria un viejo resentimiento: resentimiento: a principios del año 2000, Trump se acercó acercó a Columbia para venderle un terreno en el marco de un proyecto de expansión del campus campus (2), pero BolI inger que ya era presidente presidente en ese entonces rechazó la oferta de 400 millones. Es decir, la misma cifra que las suspensiones suspensiones anunciadas este año. Aunque los detalles sobre los futuros recortes recortes siguen siendo imprecisos, todo indica que el ámbito biomédico se verá particularmente particularmente afectado. Los National Institutes of 1-Iealth (NIH) [Institutos Nacionalesde Salud] se convirtieron convirtieron en una de las principales palancas de la austeridad gubernamental.
Para las universidades universidades resulta esencial el apoyo de esta agencia del Departamento de Salud, que está a cargo de financiarla investigación científica y que cuenta con 60.000 becas y un presupuesto presupuesto anual de aproximadamente 35.000 millones millones de dólares.
Hace poco, el Ejecutivo había anunciado una reforma drástica del sistema de reembolso de los costos de investigación cubiertos por los NIH; sin embargo, la justicia suspendió la medida luego de que una coalición coalición de universidades y Estados demócratas elevaran una demanda. De todos modos, no logró disipar las preocupaciones: por temor a una disminución duradera de los presupuestos, presupuestos, varias instituciones ya congelaron las contrataciones contrataciones y comenzaron a eliminar puestos de trabajo.
La pelea por la caja La educación superiornosiempre ha sido objeto objeto de polarización partidaria, sino que comenzó comenzó a serlo a partir de 1979, con la creación del Departamento de Educación, a finales de la presidencia de James Carter (1977-1981). Este nuevo Ministerio validaba el espectacular espectacular auge del sistema educativo desde la Segunda Segunda Guerra Mundial, marcado por el fuerte crecimientode las universidades públicas yla generalización del título universitario como vector de ascenso social.
Su rol se mantenía limitado a una función administrativa: estabaa estabaa cargo de centralizar losdatos estadísticos y coordinar los financiamientos federales, en un ámbito que competía principalmente a los Estados federadossobre todo en lo relativo a programas escolares.
Cuestionado desde 1981 con la llegada al poder de Ronald Reagan. quien intentó eliminarlo sin éxito, el Departamento Departamento de Educación aunque en ocasiones estuvo dirigido por republicanos combativos como William Bennett (1985-1988)0 Betsy DeVos (2017-2021) ha ido conviniéndose poco a poco en un bastión de los demócratas.
Las medidas tomadas en las últimas semanas para debilitarlo la supresión de la mitad de sus t000 puestos de trabajo, sobre todo mediante mediante salidas voluntarias o la no renovación de cargos temporales anclan la acción de la administración detrumpen el imaginariodel Partido Republicano. Sin embargo, detrás de la guerra cultural, se esconden cuestiones muy materiales. Siendoel Siendoel Ministerio máspequeñoen términos de personal representa menos del 1% deI empleo empleo federal el Departamento de Educación gestiona cerca del 4% del presupuesto del Estado. Estado.
Administra, sobre todo, los 1.600 millones millones de dólares de la deuda estudiantil quecontraen quecontraen más de 43 millones deestadounidenses, a los que se suman unos 80.000 millones de dólares en ayudas que se otorgan a los estudiantes estudiantes con menos recursos cada año (3). Aumenta los servicios La deuda estudiantil, en particular, se ha convenido convenido en un flictorimportante de la ecuación presupuestaria (4). Pesa sobrelas finanzas públicas públicas y frena el consumo de los hogares.
Un estudio de 2024 estima que cada porcentaje de aumento en la relación deuda/ingreso de losgraduadostiene un efecto recesivo o-es veces veces más fuerte sobre su consumo(s). Fue por eso que el gobierno de Biden intentó cancelar por decreto una parte de los préstamos contraídos contraídos porlos prestatarios más humildes, pero pero la Corte Suprema invalidóel proyecto, bajo el argumento de que excedía las atribuciones del Poder Ejecutivo. Paralela mente, los demócratas demócratas que estaban en el poder decidieron prorrogar la moratoria -aplicada durante la pandemiasobre los pagos, pero la administración administración Tnimp anunció el fin de esta medida en abril pasado.
El número de prestatarios en mora, que hoy se estima en cinco millones aproximadamente, no para de aumentar (6). El incremento de la deudaestudiantil, que se volvió exponencial después de 2008, se combina con el alza de los gastos de inscripción: inscripción: aumentaron un 150% desde L990, llegando llegando a tener un costo actual de entre 30.000 y 60.000 dólares al año en las instituciones más codiciadas (7). Para aprovechar este flujo flujo de dinero, las universidades multiplicaron las inversiones en los senicios llamados “de vida estudiantil” y transformaron los carapus en auténticos complejos hoteleros de lujo. lujo. Asi, la Universidad de Louisiana destinó 85 millones de dólares a la creación de un parque acuádcoque se asemeja a un río lento y forma las letras “LSU”, su sigla.
Stanford, a las puertas puertas de Silicon Valley, recaudó&000 millones de dólares entre 2006 y 2011, de los cuales varios varios cientos se destinaron a ampliarcafeterias, salas comunes y residencias pan estudiantes; la universidad movilizó a su propio equipo de arquitectos para construir un centro deportivo deportivo ultramoderno de 7.000 metros cuadrados Gabriela Zegers, Açuorio (Serie de textos armados ron hojas de diccionariol, 2024 (Exposición en Gal erla Madre a partir del 7 de junia). El naufragio de las universidades estadounidenses en los alrededoresde un campusque yacontaba yacontaba con un campo degol f, un haras y un estadio para 50.000 personas.
En promedio, las grandes grandes universidades de investigación destinan tanto a la administración ya los servicios estudiantiles estudiantiles como a la enseñanza, es decir, cerca del 40% desu presupuesto (8). Las exenciones fiscales otorgadas a sus acreedores permiten a las instituciones universitarias universitarias endeudarse a tasas muybajas de entre el 1% y e13%, a menudo inferiores a las del Tesoro, loqucles ha posibilitado acumular considerables patrimonios.
Columbia seria hoy el mayor propietario de Manhattan; en su parque inmobiliario puede alojar a parte de su personal a preciosde mercado y -según un esquema esquema casi feudalcombinaz al mismo tiempo, tiempo, las funciones de arrendador y empleador. Una parte creciente de esa riqueza toma la forma de activos financieros.
Los fondos de dotación (endowmenes en inglés), que se abastecen, abastecen, entre otras cosas, de las donaciones de ex alumnos -quienesencuentran en ellas tanto tanto un nicho fiscal como la promesa implícita de un trato preferencial para la admisión de sus hijos (9), alcanzan decenas de miles de millones en las universidades mejor dotadas. El de Columbia pasó, gracias a las ayudas públicas públicas relacionadas con el Covid-19, dell mil millones de dólares a casi 20 mil millones entre 2020 y 2022.
Su rentabilidad proniedio proniedio ronda el 8%, con una fiscalidad casi nula (1,4%). Hoy, la fortuna acumu lada supera los 870 mil millones a nivel nacional (10). Lejns de las polémicas sobre el antisemitismo, duranteundebateenlaCámarade duranteundebateenlaCámarade Representantes Representantes en enero de este año, algunos congresistas republicanos propusieron elevar el impuesto al 14%, esdecir, a la tasa minimade imposición sobre la plusvalia. Por momentos, las grandes universidades estadounidenses se asemejan más a fondos de inversión que a lugares dedicados al conocimiento. conocimiento. No es casual que el salario astronómico astronómico de Bollinger cerca de 4 millones de dólares ya en 2013 haya sido ligcramcntc inferior inferior al del director financiero de Columbia. La perspectiva que genera revuelo, di fundida por parte de la prensa euroa, acerca de un éxodo de investigadores que huyen del autoritarismo autoritarismo trumpista proviene del terreno de la fantasía.
Una comparación entre Estados Unidos y Francia habla por sí sola: 50.000 millones de dólares en cndowmcnt para Harvard, Harvard, frente a unos 100 millones de euros en fondos propios para el instituto Sciences Po o la Escuela Politécnica. Un profesor titularestadounidense titularestadounidense puedeaspirar con facilidad a un salario superior a los 200.000 dólares anuales incluso en humanidades, mientras que su homólogo francés alcanza como máximo los 70.000 eurosbrutos al final de su carrera. Huellas de la crisis Las turbulencias actuales corren más bien el riesgo de traducirse en un aumento de la brecha brecha tecnológica con China. Pekin ya supera a Washington ene1 ámbito de las solicitudes de patentes; sesenta mil al año frente a cuarenta cuarenta mil. Así, los recortes decididos por la Casa Blanca resultan contradictorios con la promesa promesa trumpista de una nueva revolución industrial, industrial, que se suponía debía relanzar el crecimiento crecimiento mediante la innovación. “Uno de los objetivos de estas medidas podría ser la privatización privatización de partede las infraestructuras de investigación investigación en beneficio del sector tecnológico tecnológico -afirma Riley.
Las grandes empresas del mundodigital yacasi funcionan como universidades: universidades: emplean investigadores, publican en revistas científicas y forman a sus ingenieros internamente”. Durante mucho tiempo, el capitalismo estadounidense sacó ventaja de las subvcnciones subvcnciones a las universidades: la ley Bayh-Dole, adoptadaen W80, permitió a las empresas patentar patentar descubrimientos provenientes de investigaciones investigaciones parcialmente financiadasporel Estado. En ese momento, se trataba de contrarrestar contrarrestar la competencia de Asia oriental en especiaL especiaL la japonesa, que se beneficiaba de los descubrimientos pagados por el contribuyen teestadounidense.
Los gigantes del sector di gital quizá considerenque laenvergadura que tienen hoy les permite prescindir de la colaboración colaboración con las universidades, con todos los inconvenientes inconvenientes que ello implica, como los contratos contratos vitalicios y la fuerte sindicaLización del cuerpo docente. Los recortes en créditos federales, junto con el endurecimiento del acceso a la ayuda financiera para los estudiantes, afectarán en primer lugar a las universidades de tamaño medio y acentuarán el carácter plutocrático del sector.
Las fusiones y quiebras -una cincuentena cincuentena al año en los últimos tiempos podrían podrían acelerarse, sobre todo en las universida des públicas regionalesyen laspequeñas universidades universidades llamadas “de artes liberales”. En cualquiercaso, la crisis actual dejará huellas en todo el sistema: en Columbia renunciaron dos presidentas en pocas semanas, en medio de tensiones entre, por un lado, las escuelas de medicina e ingeniería, ypor otro, los departamentos departamentos de cicncias humanas. No obstante, las instituciones con mayores recursos podrán podrán recurrir a sus reservas, sol icitarel apoyo de sus respectivos Estados (California, Massachusetts, Massachusetts, Illinois, etc, ), o activarsus redes de ex alumnos. También podrán endeudarse, aprovechando el beneficio fiscal del que gozan yque ahora la administración Trump amenaza con cuestionar. Así fue como Harvard, Harvard, Brown y Princeton recaudaron varios cientos de millones de dólares en las últimas semanas, mediante préstamos en forma de bonos. Algunas universidades aprovecharán esta situación para reorientar sus actividades hacia disciplinas consideradas estratégicas, en detrimento de aquellas menos rentables (y más vigiladas políticamente), como la antropología antropología o la literatura. Desprestigio y ca ida Este estrechamiento del perímetro universitario universitario también puede entcnderse como un amoldamiento a las realidades demográficas del país. La caída de la natalidad desde lacrisis lacrisis de 2008 viene sacudiendo un modeLo basado basado en el crecimiento continuo del número de estudiantes.
Hasta hace poco. las universidades universidades compensaban este relativo declive demográfico con la afluencia de estudiantes chinos que pasaron de 120.000 a 370.000 entre 2010 y2020 (11) dispuestos a pagar precios elevados por un titulo estadoun iden se. Sin embargo, esta fuente de ingresos resulta resulta cada vez menos viable a medida que se intensifica el desacoplamiento entre ambas potencias y se endurecen las condiciones para para obtener visados. Además, el aumento desmedido de las matriculas y la precarización del empleo para los graduados han generado un debate sobre el lugar que ocupa la universidad en la economía estadounidense. Puesto que, si bien la educación superior sigue siendo, en promedio, una inversión rentable, las encuestas encuestas de opinión muestran que el valor del título está siendocada vez más cuestionado.
Mientras que las épocas de crisiseconómica crisiseconómica solían aumentar el interés por la enseñanza enseñanza superior -que se convertia en un refugio frente a la precariedad laboral, el episodio del Covid-l9 contribuyó, por el contrario, a su declive.
Las bibliotecas, que en algunos casos casos solían estar abiertas las veinticuatro horas del día, redujeron los horarios yel personal al mínimo, lo que convirtió tino de los siniholos del prestigio de las universidades estadounidenses estadounidenses en un simple recuerdo folclórico.
Una encuesta publicada en 2022 indicaba que más dedos tercios de los estudiantes acudían a las bibliotecas menos de cinco veces por semestre(l2). semestre(l2). Esta tendenciayase babia manifestado manifestado antes de la pandemia: en 2019, la revista mensual The. 4ilanticya decía que los librosde las bibliotecas universitarias se estaban convirtiendo convirtiendo en papel pintado (13). La hanalización hanalización de la modalidad “a distancia”, combinada con el clima de tensión desde la reelección de Trump ente presencia policial, controles de identidad y amenazas de arresto, no ha contribuido contribuido a restaurar la imagen del campus como como entorno de vida.
En estas cnndiciones, resulta diflciljustificar diflciljustificar cuatro años de estudios de grado a un cnsto cnsto de más de 150.000 dólares -que no ofrece garantías a la hora de conseguir un empleo, cuando una formación para electricista cuesta menos de 20.000 dólaresypromete un salario de 60.000 dólares antes de los 25 años. Ahora, la mística del autodidacta, tan apreciada por Elon Musk y Mark Zuckerherg, parece estar ganando terreno en la opinión pública.
Según una encuesta reciente, más de uno de cada dos egresados de la generación Y(30-45 años)ycasi años)ycasi la mitad de los de la generación Z (menores de 30 aÑos) creen que podrían desempeñar su trabajo actual sin haber pasado por la universidad. universidad.
Este sentimiento coincide con datos estructurales: estructurales: según un estudio independiente, más de la mitad de los jóvenes egresados, un año después de terminar sus estudios, ocupan un puesto que no requiere formación universitaria, universitaria, ycasi tres cuartas partesde estos “subempleados” “subempleados” se mantienen en la misma situación diez años más tarde (14). Los propios demócratas han intentado defenderse de la acusación de ser un partido partido elitista que favorece a quienes poseen capital capital cultural en detrimento de los trabajadores trabajadores manuales.
En este sentido, en febrero dc 2023, en su discurso sobre el estado dc la Unión, el entonces presidente Joseph Biden destacó que muchos de los empleos creados gracias a ayudas federales por una fábrica de Intel en Ohio con una remuneración promedio promedio de 130.000 dólares anuales no requerían requerían un título universitario.
Asimismo, al año siguiente, en la convención demócrata, el ex presidente Barack Obama insistió sobre este tema: “El título universitario no debe ser la única vía posible para acceder a la clase media. (... ) Necesitamos un presidente que se preocupe por los millones de estadounidenses estadounidenses que, cada día, realizan un trabajo esencial, esencial, a menudo ingrato, cuidando a nuestros enfermos, limpiando nuestras calles, repartiendo repartiendo nuestros paquetes”. ¿Reconversión de la mano de obra? Ahora bien, algunas empresas cuentan con que el declive de la enseñanza superior permitirá, permitirá, en un futuro próximo, reubicar parte parte del personal de los establecimientos universitarios universitarios en otros sectores, Con más de 3.5 millones de asalariados, de los cuales cerca del 60% desempeña funciones no académicas, académicas, las universidades siguen siendo uno de los principales semilleros de empleos del país.
La reconversión de esta mano de obra, en particular hacia la industria, podría transformarse transformarse en una cuestión clave para la administración administración Trump, comprometida con su promesa de limitar el recurso a la inmigración. inmigración.
Grandes corporaciones y grupos empresariales empresariales de presión llevan años alertando sobre la escasez de técnicos capacitados o poco capacitados: el año pasado, la National Association of Manufacturers (NAM) [Asociación [Asociación Nacional de Manufacturas] contabilizó contabilizó 6001)00 puestos vacantes y prevé más de dos millones para 2t)30 (15). Entonces, a más largo plazo, será necesario contar con una gran parte de los jóvenes que ingresan tempranamente al mercado laboraL laboraL Las inscripcionesen programasde aprendizaje aprendizaje han aumentado un 85% entre 2015 y 2024(16). Tesla lanzó un programa académicode académicode catorce semanas en sus propias cadenas de montaje.
A pesar de la relación tensa con Berlin, Trump ha elogiado en repetidas ocasiones ocasiones el sistema alemán de formación profesionaL profesionaL por el que pasa más del 70% de u nacohorte nacohorte generacional, aunque no sin efectos secundarios:selección secundarios:selección escolar desde los 11 años, dependencia estructural del empleador, baja capacidad de adaptación ante rupturas tecnológicas. tecnológicas. Esta evolución beneficiaría tanto a la industria como al sectorde la enseñanza con fines de lucro gran proveedor de programas académicos llamados “profesionalizantes”, que Trump integró asu clientela desde hace tiempo. Este es uno de los aspectos clave del debate sobre la “acreditación”, el mecanismo -supervisado porel Departamentode Educación Educación que condiciona el acceso de las u nivcrsidades nivcrsidades a los fondos públicos. Trump planen convertirloen su arma para la batalla en curso.
Sin embargo, la sola reindustrialización no bastaría para absorber una disminución significativa significativa del acceso a los estudios superiores, superiores, que en 2022 todavia involucraba al 39% de los jóvenes de entre LS y 24 años, una cifra que supera a la media de la Organización para para la Cooperación yel Desarrollo Económicos (OCDE) (17). Las altas tecnologías, promovidas promovidas por el entorno de Trump como motor de la recuperación productiva, generan pocos empleos, y probablemente van agcnerarcada vez menos a medida que la inteligencia artificial artificial reemplace a desarmlladores, ingenieros de sistemas, analistas de datos, etc. Con una tasadedesempleoinferioral 8v/o entre los jóvenes jóvenes de 18 a 24 años, Estados Unidos sigue siendo Lilia excepción dentro de la OC DE, lejos lejos del 15 al 20% observado en varios paises europeos. Si los próximos años llegaran a marcar marcar el fin de esta anonial ia bastante envidiable, Trump y su partido no sacarían ventaja política política de ello. I 1. Wase ErtcAIrerman. %txanisiiiotrumpua. U Moide dIonaa&uw. edici, nchikna. mavode2ü2S. 2. Manhvw Ilatigy Kadierine Pssman. i2ecadecago. Columbk rdiascdcu pay TnimpS400millions. ¡iirNew Itrk T&nr21de mrxo de 2025. rus Dprtmentof Ejucaiiuntubcgink&ralgudent luis colIeolons. oicractions n helpborrowersgct back lito nigoymtnr, Oeparraiieolodr Kdncacón, 2tdegbrilde 2(125, wwwrdgov;q ttot, -LkSoñentalion, ,,ntéiqucs. Curiexplore, 8 de fe{, remde 20fl, hstpt//cudexpkirrzrntj, mrmenIsup-rreherche goudr 4. Veas, ChrLslupiwr NrwSeld, ”Aax EiaicUnis, Ia detteénidianre, hombe remnlnnrnr, Le Mmrdcdipk, nazrqm; septimniba dr 2012.5. Mdonirfl o, i,”Econnmireffvrtsohatodvnhlono çlçbt, 2$Je nrwirnihrrcti, 2a24. h,tp//Ñurntinndamng 6. Aniiie Nova, lrun, p adn, iiiistmacion rwr itudciit loan collevtimskrmillionsñidefaulcaftttyears. longpause”. 5,ieniayo de 2025 www.cnbc.com zc. J. Lilaoui, Jenu, hn May Mates Pender, Tienda in college prieingsnd etudene cid2ozo”. colkgr Board. New York, 2020. hrpcj/reseach. collegeboardorg Fasttac Nacional ceisir forEducadonstaeisdca (teCEs), hitps. j/ticnsd. gov Rvéne Richard O. Kshle berg “cómopepd me hisoenrar a l-larvard.
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