Autor: Camilo Castellanos
Impuesto a las personas: Mayoría de candidatos prevé que habrá cambios
La izquierda se inclina por cambiar los tramos altos y que más personas paguen la tasa máxima. La derecha, por bajarlos.
N Chile, una persona que gana $2 millones líquidos al mes paga una tasa de impuestos máxima de un 4,52%. En países como Australia, Nueva Zelandia, España y Noruega, por ese mismo ingreso, pagaría una tasa de entre el 13,2 % y 18,9 %. Si la persona gana $10 millones, en Chile paga una tasa máxima del 27,48 %. En esos países tendría una tasa de entre un 29,5 % y 36,9 %. Estos ejemplos grafican algunos de los resultados de un estudio del CEP realizado por el expresidente del Banco Central Rodrigo Vergara y el investigador Adolfo Fuentes. Y marcan la que es, tal vez, la principal problemática del sistema tributario chileno al ser comparado con países desarrollados: en Chile se cobran pocos impuestos a los ingresos de las personas. El estudio se publicó a comienzos de año, pero ahora, cuando todos los candidatos presidenciales proponen una nueva reforma tributaria, esta diferencia cobra relevancia.
Pese a que no ha sonado tanto en los debates, no es el Impuesto al Valor Agregado (IVA o impuesto al consumo), el gravamen al patrimonio, ni al de las empresas, el que marca la principal diferencia en recaudación entre Chile y la OCDE.
En el estudio del CEP, “Impuestos a la renta de personas en Chile”, los autores plantean que “la recaudación por concepto de impuestos a la renta de las personas es particularmente baja”. Mientras Chile recauda 1,4 puntos del PIB, el promedio OCDE llega a 8,1 puntos. El problema, sin embargo, se da en dos direcciones. Primero, en las rentas altas. “Para pagar la tasa superior (del 40%), la persona tiene que ganar poco más de $16 millones al mes”, dice Polanco. “Es una cifra muy significativa y por eso lo paga un porcentaje menor de la población. En la OCDE, con ingresos de $6 millones, podrías estar en el tramo superior”. Pero el problema también está en las rentas bajas. Las personas exentas (por recibir menos de $705 mil mensuales) alcanzan al 75% de la población chilena. Un porcentaje muy alto comparado con países OCDE.
Por esto, también hay dos medidas 715% de las personas está exenta del impuesto a la renta pues gana menos de $700 mil. | Es donde hay mayor brecha con la OCDE Paula Narváez Gabriel Boric que se barajan entre los expertos para solucionar estas diferencias. La primera, y la que tiene mayor consenso entre economistas de diferentes tendencias, es hacer cambios en los tramos altos del Impuesto Global Complementario. La segunda es aumentar la base tributaria, es decir, que se comience a pagar impuestos con menores ingresos. Algo que parece más complejo políticamente, pero que, por ejemplo, está entre las ideas de la candidata Paula Narváez. Polanco cree que se deberían hacerse las dos, pero con ciertas precauciones. “El próximo Presidente debería partir por los tramos más altos y después podría pensar en incorporar a más personas al pago del global complementario”, dice. Al incorporarlas, agrega, se pueden generar mecanismos para devolver parte o el total del impuesto pagado a las rentas más bajas. “En varios países hay un impuesto negativo: te devuelven plata. Pero incorporarlas sirve para que estén en la base de datos del Estado y se eviten problemas como los vistos el año pasado de entregas de bonos y ayudas”, dice.
Boric y Narváez: suben a los de mayores ingresos En la izquierda y centro izquierda los cambios a los tramos altos del impuesto a la renta son claves para alcanzar el aumento en la recaudación que buscan. Narváez, candidata del PS, PPD y Nuevo Trato, quiere recaudar 5 puntos del PIB con su reforma tributaria. En su comando creen que tienen que haber dos tipos de reformas para “relegitimar” el sistema tributario. Al corto plazo, el foco tiene que estar en los que tienen mayores ingresos, rebajando el umbral para pagar la tasa del 40% a partir de ingresos de $8 millones mensuales. “Y luego, cuando mejoren las condiciones laborales, y la red de protección social, podemos conversar sobre aumentos de impuestos a ese 75% de la población exento actualmente)”, explican. El candidato del pacto Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, tiene una reforma todavía más ambiciosa: busca recaudar entre 8 y 8,5 puntos del PIB en régimen a ocho años. Y los cambios a los tramos del impuesto a la renta son prioridad.
Mantendrán los tramos exentos, pero buscarán que “las personas de más altos ingresos terminen haciendo una contribución mayor”. Actualmente los primeros dos tramos socioeconómicos incluyen a cerca del 90% de los contribuyentes y los siguientes seis tramos cubren al 10% de más altos ingresos. “Y sabemos que, por lo desigual de la distribución de ingresos, existe mucha heterogeneidad dentro de ese El próximo presidente debería partir por los tramos más altos” Gonzalo Polanco director del CET U. De Chile 10% más rico”, dicen y explican: una persona que pertenece a la parte inferior del 1% más rico es muy distinta a una persona del 0,1% más rico. “Estamos trabajando en el diseño de nuevos tramos de manera de hacer más progresiva la recaudación”, agregan desde el comando de Boric. Estiman que con los cambios en el impuesto a la renta (que incluye tramos y tasas) podrían recaudar entre un 1 y 1,5% del PIB.
Sichel: “No es el tema central” “No creemos en subir impuestos de las personas”, dicen en el comando del candidato de derecha, Sebastián Sichel, donde, sin embargo, también proponen una reforma que recaude un 3% del PIB hacia el 2030. “Se le carga demasiado la mano a las personas y familias de clase media y vulnerables”, agrega. Por esto no creen que se deba aumentar la base tributaria para que los grupos exentos paguen impuestos a las personas.
Sin embargo, creen que “podría haber una opción” de cambios en los tramos más altos, los que “posiblemente podrían rebajarse algo” dicen respecto al tramo que paga una tasa marginal del 40%. Pero, advierten, que no es lo central de su propuesta tributaria. Por la derecha de Chile Vamos, José Antonio Kast, como en gran parte de los temas tributarios, va a contracorriente. “Queremos bajarle los impuestos a las personas y a las empresas para enfrentar la grave crisis de crecimiento, empleo y pobreza. Queremos aumentar el espacio de libertad y la capacidad de emprendimiento a las personas”, señalan desde el comando.
Agregan que buscarán que el financiamiento de los programas sociales provenga de retomar el crecimiento con menos impuestos y de ir “reduciendo el gasto público político e ineficiente y reestructurando al Estado”. ¿ Momento político? Pese a las intenciones de varios de los candidatos, Polanco, de la U. De Chile, advierte que los cambios a los impuestos a las personas deben ir acompañados de modificaciones en elementos que escapan al sistema tributario como mejorar la calidad de los servicios públicos y mayores salarios. Sin embargo, cree que el momento político para modificaciones en los impuestos a las personas está abierto. “Dado los cambios que ha experimentado Chile, hay mucho más espacio para estudiar la estructura tributaria”, explica. Pero advierte que no son cambios fáciles ni rápidos. “Se requiere un estudio extenso, no se trata de presentar un proyecto a dos meses de asumir la presidencia sin un análisis profundo”.