Autor: Diego Gotelli C.
A fin de mes parte la producción del primer respirador chileno
De 35 prototipos de ventiladores mecánicos que se han diseñado en el país, hay dos proyectos bien avanzados y uno espera sólo la llegada de insumos para fabricarlo. Una carrera contrarreloj inició hace dos meses la comunidad científica nacional para lograr crear respiradores mecánicos hechos en Chile, a fin de colaborar con una red asistencial apremiada en los peores momentos de la pandemia. Y tras semanas de trabajos, la meta está ad portas de ser alcanzada.
De los 35 prototipos de equipos que fueron pensados en el país, y que fueron aunadas en la campaña “Un Respiro para Chile”, que lidera el Ministerio de Ciencia y Sofofa, ya hay dos proyectos que están en su fase final, casi listos para comenzar a producir los primeros ventiladores criollos para los hospitales.
El más avanzado es un modelo diseñado en conjunto entre la Universidad de Concepción y la empresa estatal Asmar, que la semana pasada concluyó sus pruebas en humanos y está a la espera de la llegada de insumos importados que permitan su fabricación en cantidades. Para llegar a este estado, el prototipo debió pasar un largo camino.
Primero fue sometido a pruebas de funcionamiento continuo por varios días en la Universidad de Valparaíso para obtener su validación técnica, luego a fines de mayo la Universidad Católica lo probó en animales y a mediados de junio el Hospital J. J. Aguirre de la Universidad de Chile lo testeó en humanos. Su última etapa incluyó correcciones y nuevas pruebas clínicas en el Hospital Regional de Concepción, totalizando más de 60 horas de ventilación en pacientes. “Ha sido complejo, porque se trabaja en un equipo de soporte vital y se deben evitar errores. Hay una presión con el tiempo, pero, adeMÁS DE 60 HORAS de pruebas tuvo un respirador de Concepción que ya aprobó sus estudios en humanos.
EN SANTIAGO se está construyendo otro modelo que está en sus últimos exámenes clínicos. más, una presión social”, comentó Pablo Aqueveque, académico de la U penquista que lidera el equipo de profesionales de la casa de estudios abocados al proyecto.
Trabajar contra el tiempo es algo que ya habían vivido los expertos de Asmar, firma astillera encargada de construir y reparar los buques de la Armada y que el 2010 lideró la construcción de la cápsula Fénix, con la que se rescató a los 33 mineros de la mina San José. “Empleamos nuestras capacidades industriales, tecnológicas y técnicas del ámbito de la defensa en beneficio de nuestro entorno civil”, destacó su director, el contraalmirante Luis Kohler. El ministro de Ciencia, Andrés Couve, afirmó que si todo anda bien se espera queen la última semana de julio el equipo comience a producir cerca de 25 ventiladores semanales.
“Estamos a unas pocas semanas de que se pueda hacer entrega de los primeros ventiladores fabricados en Chile”, comentó, valorando que el desarrollo se haya logrado “en un tiempo récord”. LOS OTROS PROMISORIOS Otra iniciativa que está en su fase final es el modelo desarrollado en la RM por la empresa de tecnología DTS junto con la Fábrica y Maestranzas del Ejército (Famae) y la Empresa Nacional de Aeronáutica (Enaer), ambas estatales. Su propuesta de ventilador, llamado “Neyún”, está en pruebas clínicas en el Hospital Clínico de la U. De Chile, y de recibir su aprobación quedaría listo también para producción a escala, pues en su caso ya cuentan con los insumos necesarios.
Este respirador capitalino y su símil penquista fueron dos de las cinco iniciativas que en abril fueron priorizadas por el comité experto de la campaña de ventiladores para agilizar su validación técnica, un proceso que también tiene prototipos en desarrollo en Valparaíso, Valdivia y Puerto Varas.
En la capital de Los Ríos la idea es liderada por la Universidad Austral, mientras que el proyecto puertovarino lo está haciendo la empresa de oxigenación Keepex y en la región porteña lo encabeza la Universidad Técnica Federico Santa María. A ellos luego se sumaron iniciativas propias de casas de estudios, como de la Universidad de Chile, Universidad Católica y la Usach. “La experiencia nos ha demostrado que en Chile existen capacidades reales para desarrollar y producir tecnología de manera colaborativa y eficiente”, dijo Alan García, director de Sofofa Hub.