Autor: PEDRO VERA CASTILLO
Columnas de Opinión: Educar para la Innovación y el Emprendimiento
Columnas de Opinión: Educar para la Innovación y el Emprendimiento Avanzado ya el primer cuarto de este siglo XXI, una de las reformas pendientes urgentes tiene que ver con la educación: sus contenidos, sus metodologías y sus aprendizajes.
Necesitamos una educación que, desde los niveles iniciales, apunte a desarrollar competencias y habilidades personales y sociales, con foco en el aprendizaje más que en la enseñanza, potenciando el autoconocimiento y la identificación de sueños que den sentido al proceso educativo para cada educando.
Emprender pasa a ser así “el desarrollo de proyectos de vida que permitan concretar dichos sueños en cualquier disciplina y en cualquier ámbito de actividad”. El emprendimiento y la innovación adquieren una dimensión humanista que va más allá de una concepción meramente económica. En la última década, las universidades, en toda nuestra América Latina, promueven fuertemente tanto el emprendimiento como la innovación universitarios.
Debemos preguntarnos si es ese el nivelen que esta educación debe comenzar, especialmente si aceptamos que dichas competencias han dejado de ser atributo de un par de carreras (tradicionalmente ingenierías y economía) para ser consideradas “competencias de ciudadanía”, es decir transversales a todas las disciplinas.
Existe consenso, entre especialistas y educadores comprometidos con la temática, que el trabajo de la Universidad sería más eficiente y de mayor impacto si recibiera jóvenes ya preparados y entrenados para emprender e innovar, tarea ineludible para los niveles básico y medio del sistema educativo. En nuestro país, lamentablemente, ello no se aborda con fuerza por nuestro Ministerio de Educación, como sí ocurre en Colombia, Brasil, Perú y Uruguay por mencionar algunos ejemplos regionales. Esta nueva educación que bosquejamos no se logrará “haciendo más de lo mismo” sino que requiere de nuevos enfoques pedagógicos y nuevas herramientas docentes. Por lo mismo, es una tarea prioritaria fortalecer la formación deprofesores, especialmente de nivel básico y medio, para avanzar en esta nueva educación.
En la última década el trabajo de muchos expertos y asociaciones diversas ha ido fortaleciendo el cuerpo doctrinario y práctico de esta nueva educación, como, por ejemplo, en nuestra región latinoamericana, el aporte de la Red Emprendedorismo e Innovación en América Latina (EmprendeSUR). Los hilos conductores que den sentido a este nuevo proceso educativo seguirán siendo la ciencia, la tecnología, la fi-losofía y las ciencias sociales, en el contexto de un desarrollo humano a escala global con base en el emprendimiento y la innovación.
Formaremos así ciudadanos, conocedores de su entorno, orgullosos de vivir en su territorio, con la libertad de emprender e innovar para concretar sus sueños, y comprometidos en los grandes desafíos civilizatorios que, a nivel global, debemos enfrentar: conservación del medio ambiente, nuevas formas de energías “verdes” o no contaminantes, e inteligencia artificial..