Autor: M. CORDANO
Los efectos positivos de las tutorías en alumnos vulnerables se mantienen durante varios años
M Programas de educación remedial —en los que participan voluntarios sin formación docente— permiten generar vínculos fuertes y un efecto a largo plazo en la motivación de los escolares. Mejor asistencia y una menor deserción son algunos de sus beneficios.
Con el objetivo de mejorar la comprensión y actitud lectora en estudiantes de 4* básico de escuelas vulnerables, en 2010 el Ministerio de Educación se asoció con la Fundación para la Superación de la Pobreza e imple'mentó un sistema de tutorías en 45 escuelas de Santiago y Biobío. Tras un día de capacitación, durante los siguientes tres meses un grupo de voluntarios —en su mayoría universitarios sin ninguna formación pedagógica— visitó estos establecimientos e hicieron sesiones semanales de lectura durante 90 minutos.
Las tutorías ocurrieron poco después del terremoto de 2010 y mostraron tener consecuencias positivas: en el corto plazo, las intervenciones ayudaron a mejorar la comprensión y el gusto por la lectura de los niños participantes, comenta Francisco Gallego, director del Instituto para el Desarrollo Sustentable de la U. Católica, quien en ese entonces escribió sobre los resultados. Durante 2022, fue un segundo “remezón” lo que hizo a Gallego volvera revisar las bases de datos relacionadas con estas tutorías de hace una década. Ta sacudida esta; vez A modo de política pública, la recomendación de los investigadores es implementar y escalar programas de tutoría anivel nacional.
Académicos UC creen que pueden ser un apoyo más para la educación pospandemia: bien metafórica: la expansión del covid-19, la suspensión de clases presenciales y la cri económica asociada a la pandemia causaron lo que los especialistas han bautizado como un “terremoto educativo”, una cl sis que se manifiesta en la pérdida global de aprendizaje Bajo este contexto, se buscó ver si las tutorías podían volver aser una alternativa útil a modo de educación remedial. Como ya se sabía que eran una opción costo-efectiva en el corto plazo, esta vez se indagó sobre su efec tividad en el mediano plazo. Para ello, se analizó qué ocurrió durante los últimos año: con los jóvenes que en 2010 participaron de las intervenciones.
De esta forma, se comprobó que los alumnos que fueron parte de estas tutorías de tres meses, durante los siguientes años, mostraron una probabilidad menor de abandonar los estudios y una probabilidad mayor de graduarse a tiempo del colegio. Asimismo, se vio que los estudiantes en el grupo de intervención tuvieron 0,8 puntos porcentuales más de asistencia en educación básica y 1,1 puntos porcentuales más de asistencia en media.
Los datos muestran que los efectos fueron mayores entre aquellos con más riesgo de deserción escolar —predicha por antecedentes familiares, académicos o socioeconómicos—, quienes tuvieron 1,5 puntos porcentuales más de asistencia a la educación primaria y 2,2 puntos a la educación secundaria. En relación con grupos de comparación que no ron de estas clases remediales, recibir tutoría también ayudó a mejorar las calificaciones de los estudiantes que sí lo hicieron.
“Cuando se mira en el largo plazo no solo les va mejor en Lenguaje, sino que también les va mejor en Matemática”, indica Gallego a propósito de los resultados del estudio “Tutorías para niños, niñas y adolescentes: una oportunidad para la aceleración del aprendizaje integral pospandemia”, que fue publicado por el Centro de Políticas Públicas UC. ¿ Cómo se explican estos resultados si quienes hacen las clases suelen ser voluntarios con poco entrenamiento pedagógico? “La parte clave de las tutorías noes tenera alguien experto en lo que enseña, sino que el vínculo que se produce entre quien hace la tutoría y quien la recibe”, res ponde Gallego. “Es tener a alguien que te dice “Vamos, aperremos. Yo sé que tú puedes “Más que la efectividad del tutor en términos académicos, incide la relación positiva, el buen vínculo que se genera. Este fue evaluado con un instrumento que aplicamos al final del estudio”, agrega Verónica Cabezas, académica de la Facultad de Educación UC y también autora del estudio.
Cabezas explica que el llamado actual es a considerar la costoefectividad de este tipo de programas para apuntalar la educación pospandemia, sabiendo “que no reemplazan a la escuela o al docente, sino que trabajan de la mano, alineados, como un apoyo”.