Suplementeros de La Serena resisten por arreglar su sede y conservar el oficio
Suplementeros de La Serena resisten por arreglar su sede y conservar el oficio Por: Valentina Echeverría O. Desde afuera, el edificio parece uno más de los tantos inmuebles antiguos del centro de La Serena. Los muros muestran grietas y el paso del tiempo se nota en cada rincón de la fachada. Pero basta cruzar la puerta para entender que detrás de esas paredes se esconde una historia de esfuerzo, compromiso y lucha gremial que tiene más de 60 años. Héctor Rojas, presidente del Sindicato de Suplementeros de La Serena, lo resume como «lo que se ve afuera no representa lo que hemos construido adentro. Todo esto, cerámicos, muebles, ampliaciones, lo hemos hecho a puro esfuerzo. Aquí no ha venido nadie a regalarnos nada». Con orgullo, muestra los detalles de la sede que administran como sindicato desde hace décadas. Una casa que, según cuenta, fue construida en 1883 y que hoy es propiedad de los suplementeros gracias a la legalización que ellos mismos gestionaron. Sin embargo, mantenerla en pie no ha sido fácil. «Nosotros juntamos $200 diarios de los quioscos, fuera de la cuota sindical. Así, de a poco, vamos ahorrando para arreglarla.
Ya hemos sufrido 3 robos, se nos fisuraron los muros delanteros y laterales con el terremoto del 2019». A pesar de estar inscriCASCO HISTÓRICO Suplementeros de La Serena resisten por arreglar su sede y conservar el oficio Con más de 60 años de historia, de los sindicatos más antiguos de la región ha logrado mantener su lugar de encuentro a punta de esfuerzo propio y sueñan con que su labor sea reconocida como Patrimonio Vivo. tos y habilitados para recibir fondos públicos, las trabas legales y burocráticas los han dejado solos en el proceso. «Cuando pedimos arreglos por los daños del terremoto, nos dijeron que como sindicato, se asumía que teníamos dinero suficiente, lo que no era ni es así». Actualmente, están a punto de completar los $6 millones necesarios para restaurar la fachada, cumpliendo con las exigencias que impone estar dentro del casco histórico. «No es que no queramos arreglarla.
El problema es que hasta para pintar hay que pedir permiso, también hay que pagarle a un arquitecto y uno que sepa arreglar casonas, entonces son varias cosas». HEREDEROS DE UNA TRADICIÓN CENTENARIA El gremio de los suplementeros --los conocidos canillitas (vendedor callejero de periódicos) que voceaban las noticias en las calles-tiene raíces profundas en la historia nacional. «Nacimos en tiempos de la Guerra del Pacífico, cuando los diarios eran mensuales y la información de la guerra tardaba semanas en llegar. Los suplementeros repartíamos las hojas adicionales, los suplementos, con las noticias de la época». El sindicato serenense es uno de los más antiguos del país.
Cumplen 61 años este agosto, y según su presidente, fueron pioneros en sindicalizarse en la región. «De acá nacieron los sindicatos de Copiapó, Vallenar, Coquimbo y el Valle». Por esa misma trayectoria, los suplementeros de La Serena llevan años queriendo ser reconocidos como patrimonio, tanto a nivel nacional como internacional. «Estamos postulando para que nos reconozcan como parte del Patrimonio Vivo de Chile y de la Unesco. Nuestra labor no es solo vender diarios, es entregar información, cultura y ser un nexo en la ciudad.
Es una tradición que merece ser protegida, cuando alguien necesita indicaciones o ayuda, lo primero que hace es acercarse a un quiosco a preguntar». Hoy, mientras la venta de diarios en papel enfrenta tiempos difíciles, Héctor defiende la vigencia del rubro con la experiencia que le han dado los años y los viajes que ha podido realizar. «He estado en Alemania, Dinamarca, Argentina, y en todos lados sigue existiendo el diario. El papel no va a desaparecer. El problema es que hemos perdido el hábito de lectura y eso nos afecta como sociedad». Con visión de futuro, el sindicato ha impulsado iniciativas de capacitación y modernización. Desde cursos de inglés y turismo, hasta la bancarización de los quioscos. Hoy, muchos aceptan tarjetas, Mercado Pago y otros métodos digitales.
SOÑANDO CON EL FUTURO: VENDER PARA CONSTRUIR Y AYUDAR A LOS MÁS ANTIGUOS A mediano plazo, el sindicato espera vender la propiedad actual y comprar una sede más alejada, que no esté sujeta a tantas restricciones patrimoniales, con la idea de destinar parte de esa venta a un fondo de retiro para los socios más antiguos. «Queremos que quien haya dedicado su vida al sindicato reciba un reconocimiento económico al retirarse. Es lo justo después de tantos años», explicó Héctor, quien además de dirigir el gremio, se desempeña como transportista y microempresario. «Uno no puede quedarse estancado. Si los jóvenes ven que los viejos seguimos estudiando, quizás se animan a seguir.
Si a los suplementeros nos reconocieran como Patrimonio Humano Vivo, quizás más jóvenes se sumarían a este oficio». Mientras tanto, sigue la campaña silenciosa de ahorro diario, los cursos de formación y las gestiones para que la sede no solo siga en pie, sino que siga siendo un símbolo de la perseverancia de un gremio que, aunque muchos lo den por desaparecido, sigue voceando su historia por las calles de La Serena.. -