Autor: LA NACIÓN / GDA
Preocupación por la sequía en Argentina
Preocupación por la sequía en Argentina trigo y el garbanzo, que atraviesan su periodo crítico de desarrollo. FUTURO INCIERTOEl futuro sigue siendo incierto para gran parte de la región núcleo argentina. Aunque las lluvias en la zona centro-norte de Córdoba ofrecieron alivio, el sur de Santa Fe y otras áreas clave continúan esperando precipitaciones significativas. “Que caigan 5 milímetros nada más, lo único que cam-bia es esa condición de evotranspiración ambiental por las condiciones que se producen posteriores a la lluvia.
Pero, en lo que respecta al ingreso de agua, el sistema es muy bajo y no cambia la realidad de cómo está la mayoría de los cultivos de invierno y cómo avanza la implantación de la campaña gruesa, principalmente del maíz”, dice Juan Pablo Ioele, especialista del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). “Estamos en una situación complicada, ya que la lluvia llega algo tarde porque el trigo estaba terminando la floración y el llenado de grano”, dice Rubén Walter, de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
A pesar de eso, prevé unareactivación en la siembra, y menciona que “todo el circuito de tambos y la parte destinada a la producción de carne estará sembrando maíz, ya que lo necesita para el próximo año”. Sin embargo, dice que no se alcanzaría a sembrar todo lo que se había estipulado este año por la incertidumbre en el mercado internacional.
También menciona que la reciente recarga de humedad en el suelo hace que “para fines de octubre y comienzos de noviembre se esté en el inicio de la campaña de soya”. Por otro lado, resalta que “otro aspecto positivo de las precipitaciones es que se dieron de manera lenta y pausada, lo que permitió la infiltración del agua en los suelos”. Du r a n t e l a semana pasada se reg i s t r a r o n precipitac i o n e s e n algunas zonas de la región agrícola núcleo de Argentina, aunque los milímetros acumulados fueron insuficientes para revertir la crítica situación que enfrentan los cultivos de trigo, especialmente en el sur de Santa Fe y gran parte de Córdoba.
Según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las lluvias más destacadas se dieron en el centro-norte de ambas provincias, mientras que en el sur y norte de Buenos Aires los registros fueron casi nulos.
La situación se produce en un contexto donde la falta de agua ha ocasionado la pérdida de al menos el 10% del rendimiento potencial del trigo y ha retrasado la siembra de maíz, con solo el 49% del área prevista cubierta.
“En la zona núcleo necesitábamos entre 25 y 30 milímetros para tratar de que se interrumpa este daño que estamos viendo semana a semana en el trigo, que está definiendo los rindes, y para volver a sembrar el maíz, pero lamentablemente no sucedió, así que sigue la espera a ver si la próxima semana empezamos a sentir el pulso húmedo de octubre en la región”, advierte Cristian Russo, jefe de estimaciones de la BCR. Respecto a los cultivos de trigo, se ha informado que al menos un 10% del rendimiento potencial ya se habíaperdido en las semanas previas. En áreas como Monte Buey y General Pinto, las expectativas iniciales de 40 a 50 quintales por hectárea han disminuido considerablemente. “La situación en estas áreas seguirá empeorando si no hay un cambio climático significativo en los próximos días”, añade Russo. El panorama para la siembra de maíz temprano es complicado. Hasta ahora se ha cubierto el 49% del área de intención, pero muchos productores están a la espera de lluvias para continuar. “Lamentablemente, los 30 milímetros que se necesitan para continuar con la siembra no llegaron a muchas zonas”, dice el jefe de estimaciones de la BCR.
Jennifer Demarchi, analista de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC), destaca que las lluvias van a impulsar la siembra de cultivos estivales que se encontraba retrasada debido a la falta de agua y que alivian la condición de los cultivos invernales, como el. Si bien durante la semana pasada se registraron precipitaciones en las provincias de Córdoba y Santa Fe, no habrían sido suficientes para revertir la difícil situación que enfrenta el trigo y las siembras de maíz.