Candidato del Frente Amplio gana primera vuelta y se enfrentará al heredero de Lacalle Pou
Candidato del Frente Amplio gana primera vuelta y se enfrentará al heredero de Lacalle Pou EL FRENTE AMPLIO destacó que volvió a ser la fuerza más votada de Uruguay.
FRANCE PRESSE E l candidato presidencial del Frente Amplio (izquierda), Yamandú Orsi, consiguió un triunfo en la primera vuelta de las elecciones celebradas ayer en Uruguay y tiene el favoritismo de cara al balotaje del 24 de noviembre, en el que enfrentará a Álvaro Delgado, aspirante del Partido Nacional (oficialismo de centroderecha) y considerado heredero del actual Presidente Luis Lacalle Pou.
Según los resultados oficiales, con el 74,8% escrutado, Orsi obtenía el 42,37% de los votos --por debajo del 50% más uno que necesitaba para evitar una segunda vuelta--, mientras que Delgado lograba el 28,01% de los sufragios. Más atrás, con el 16,54% de las preferencias, quedó Andrés Ojeda, del Partido Colorado, que también participa en la coalición de gobierno y ya anunció que le dará su apoyo a Delgado en el balotaje.
En la primera vuelta de ayer participaron once candidatos. "No hay nada más sin apuro que un pueblo haciendo su historia", dijo Orsi tras la elección. "Nuestro Frente Amplio, en este concierto de partidos, es nuevamente el partido más votado del Uruguay (... ) Somos el partido que más creció en esta elección", agregó el candidato izquierdista, quien dijo estar listo para el balotaje. "Vamos por ese último esfuerzo con más ganas que nunca, más de pie que nunca (... ) Nos espera un tiempo donde la unión es imprescindible", aseguró.
Más tarde habló Delgado, quien estuvo acompañado por candidatos de los partidos socios de la coalición oficialista: Andrés Ojeda, Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) y Pablo Mieres (Partido Independiente). "Esta es la foto de la esperanza nacional", enfatizó el aspirante. "Me despojo de mi partido y paso a representar un proyecto mayoritario", agregó, y remarcó: "Empezamos otra etapa, diferente, de una lógica diferente. Las urnas hablaron.
El Uruguay se expresó y el Uruguay dijo que la coalición es el proyecto político más votado del país". Los uruguayos también votaron para elegir a los 30 senadores y 99 diputados; según proyecciones de consultoras, el Frente Amplio habría conseguido una mayoría de 16 bancas en el Senado, mientras en la Cámara Baja quedaría con 48 escaños.
El factor de la gobernabilidad Según el politólogo Daniel Chasquetti, académico de la Universidad de la República, de cara al balotaje Yamandú Orsi queda posicionado como el "favorito", no solamente por su ventaja en la primera ronda sino también por los resultados del Frente Amplio en las elecciones legislativas. "El argumento de ofrecer gobernabilidad es importante en Uruguay. Yo diría que no es decisivo, pero es un factor que pesa.
Entonces si Orsi tiene la mayoría en el Senado y le faltan unas pocas bancas en la Cámara de Diputados, queda muy bien parado para ganar la segunda vuelta", dijo a este diario. "Además, Orsi no tiene el dilema que tiene Delgado, quien tiene que tratar de que todos los votantes de la coalición de gobierno lo acompañen.
Y eso nunca se puede al 100%, ¿no?", explicó el experto, quien señaló que --según encuestas-alrededor del 15% de los votantes del Partido Colorado apoyarán a Orsi en el balotaje, ya que en sus orígenes esa agrupación política era de centroizquierda y se ha ido moviendo hacia el centro y la centroderecha, "lo que le permitió crecer al Frente Amplio". Aunque Delgado, quien ejerció como secretario de la Presidencia del actual gobierno, ha intentado mostrarse como heredero político de Luis Lacalle Pou, no ha logrado contagiarse de los altos niveles de respaldo del Presidente, quien concluye su mandato con una imagen positiva superior al 50%. "La ventaja que tengo es que estuve cuatro años como secretario de la Presidencia. No tengo que hacer pretemporada", declaró ayer. "Si uno mira lo que ha pasado desde que recuperamos la democracia en Uruguay, los presidentes no han tenido fortuna en designar un delfín. Nunca le han pasado ni el carisma ni los votos. Eso parece que es algo claro: el carisma no se transmite.
Por más que los presidentes indiquen un candidato que lo representa, el hecho de que no haya reelección inmediata dificulta que esa popularidad que pueda tener un mandatario, como Lacalle Pou, se traduzca en votos para el partido de gobierno", señaló el analista político Salvador Cardarello, quien explicó que en los sondeos muchas personas que aprobaban la gestión de Lacalle también decían que votarían por el Frente Amplio.
C h a s q u e t t i coincide en que en Uruguay "les cuesta mucho a los presidentes que sus candidatos ganen", y cuando ha ocur r i d o h a s i d o porque el aspirante es considerado muy diferente al mandatario, como ocurrió con Tabaré Vásquez y José Mujica, que le dieron tres mandatos consecutivos (2005-2015) al Frente Amplio. "En realidad Delgado es demasiado parecido a Lacalle. Pero no tiene sus virtudes como comunicador y no tiene su carisma. Entonces no logra generar la misma pasión.
Lo otro que me parece que es importante es que Lacalle Pou tiene buena imagen él --el Presidente--, pero su gobierno está un poco por debajo", dijo el experto, quien también señaló que, aunque los programas políticos del Frente Amplio y la coalición oficialista tienen matices y énfasis distintos, en los temas de fondo son similares. "Estamos en ese período de moderación que es raro hoy en el mundo, pero que en Uruguay se sigue manteniendo. Y eso se ve en los programas: en los grandes temas hay diferencias que no son muy grandes", remarcó.
Orsi, un "pragmático" En esa línea, Orsi, un profesor de historia que se hizo conocido como intendente del departamento de Canelones, es considerado como un político moderado y pragmático. "Es bastante más parecido a lo que pudo haber sido Mujica. Es de una izquierda bastante pragm á t i c a.
L o mostró cuando fue intendente de Canelones, donde se manejó con mucho d e s a p e g o d e hacer una política dogmática de izquierda, sino que manejó el gobierno c o n m u c h o pragmatismo y con mucha capacidad para acordar", comentó Cardarello, quien descartó la comparación que hizo un periodista extranjero que lo perfiló como el representante del "kirchnerismo" en Uruguay. "Eso está lejos de la realidad", dijo. "Orsi es un moderado. Yo lo veo incluso a la derecha de Mujica.
Es un tipo que cree mucho en la negociación", afirmó Chasquetti. "Y el ministro de Economía que anunció (Gabriel Oddone) yo creo que está más a la derecha que los ministros de Economía tradicionales del Frente Amplio, que ya eran bastante moderados.
No creo que haya grandes cambios". Elecciones presidenciales en Uruguay: Candidato del Frente Amplio gana primera vuelta y se enfrentará al heredero de Lacalle Pou JEAN PALOU EGOAGUIRRE Yamandú Orsi logró 42,3% de los votos y competirá en el balotaje contra Álvaro Delgado, quien obtuvo 28% de los sufragios. PLEBISCITOS Ni la reforma de la seguridad social que proponía la central sindical única ni la autorización de los allanamientos nocturnos por parte de la policía fueron aprobados ayer en las consultas.
El expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica, de 89 años y muy debilitado por complicaciones de su tratamiento contra un cáncer de esófago, dijo ayer que quizás sea su "último voto" al sufragar en los comicios generales del país. "Capaz que es mi último voto", dijo en silla de ruedas y rodeado de cámaras. "Capaz.
No tengo ganas, pero... ". Mujica votó en una escuela en el barrio Cerro, una zona empobrecida del oeste de Montevideo, y cuestionó a quienes dicen que los jóvenes se involucran poco en política. "Yo creo en los jóvenes. Eso de que no les interesa la política es relativo (... ) Si no se prenden, es porque no los enamoramos. Es porque damos asco.
Si hay propuestas que los enamoren, los gurises (jóvenes) van a estar", aseguró. "Y si los jóvenes no se prenden estamos fritos", añadió. n El "último voto" de Mujica LOS SEGUIDORES de Álvaro Delgado se reunieron en la Plaza Varela para celebrar su paso al balotaje.
FRANCE PRESSE Un don de gentes abonado por sus décadas como profesor de historia y por una popular gestión en la región "bisagra" entre la ciudad y el campo de Uruguay, fue la semilla de la que el exmandatario José Mujica vislumbró que podría brotar un presidente llamado Yamandú.
Hijo de una costurera y de un agricultor, Yamandú Ramón Antonio Orsi Martínez nació en una casa de la capital del departamento uruguayo de Canelones, el 13 de junio de 1967, día de una de las peores heladas del siglo, y vivió sus primeros años "en campaña", como suele referirse en Uruguay a los parajes rurales.
Monaguillo y bailarín, junto con su hermana Luján, casi siete años mayor, vivían fuera de la ciudad porque allí su padre se dedicaba a vender uva a bodegas, recuerda en entrevistas el ganador anoche de la primera vuelta presidencial por la coalición de izquierdas Frente Amplio (FA). Todo cambió a sus cinco años, cuando al "viejo" le diagnosticaron hernia de disco y la familia se debió mudar. "Tuve que cambiar de mundo e irme de la zona rural a un barrio de la ciudad de Canelones. Eso me determinó", contó sobre lo que supuso la mudanza, tras la cual empezó a ir a la escuela pública y a colaborar con el nuevo negocio familiar, un almacén de barrio.
De madre católica, fue bautizado, de niño iba a catequesis y colaboraba los domingos como monaguillo en la capilla del barrio; en un país muy futbolero, jugaba con amigos en la calle o en canchas del barrio.
Ya de adolescente, en su liceo estaba la danza folclórica como extracurricular y, fanático del canto popular y el folclore uruguayo, allí encontró una pasión juvenil con la que ganó un concurso y que siguió practicando por 11 años.
Años de militancia y docencia en tiempos de dictadura, atraído por la historia revolucionaria de figuras como el "Che" Guevara, empezó a interesarse por una política de izquierda a la que sus padres rehuían y, tras vivir la ebullición de la reapertura democrática de 1985, empezó a militar, primero, en el sector del FA Vertiente Artiguista y, luego, en el Movimiento de Participación Popular (MPP). Poco antes de su afiliación en 1989 al MPP, creado ese año por Mujica y otros exguerrilleros del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Orsi había empezado una carrera de Relaciones Internacionales, que en un mes cambió por el profesorado de historia.
En su tercer año de estudios en Montevideo comenzó a dar clases con la impronta de que bajaba su silla de la tarima docente para ponerse a la par de los alumnos. "Era toda una nueva onda que había venido (... ), rompíamos con aquel esquema del profesor allá arriba", contó en una entrevista Orsi.
Después de un primer matrimonio, conoció en la década del 2000 a Laura Alonso Pérez, con quien se casó y tuvo en 2012, tras un tratamiento de fecundación asistida, a sus hijos mellizos Lucía y Victorio.
Orsi fue elegido secretario de la Intendencia de Canelones, el segundo departamento más poblado del país, durante los dos períodos consecutivos, hasta 2015, cuando ganó la intendencia de esa misma circunscripción. "Estuvo muchos años en Canelones, que es como el muestrario del país en chico, todos los problemas que tiene el Uruguay los tiene", reflexionaba Mujica antes de la victoria de Orsi en las primarias de junio, por 59,1% frente al 37,6% de Carolina Cosse, su desde entonces compañera de fórmula.
Cargando con el peso de liderar el retorno de la izquierda al poder tras la derrota de 2019 --a manos de Luis Lacalle Pou y su coalición de centroderecha--, el profesor irá tras la banda presidencial en la segunda vuelta del 24 de noviembre. El profesor apadrinado por Mujica que va por el poder Dirigió el segundo departamento más poblado del país.
EFE { PERFIL Yamandú Orsi } FRANCE PRESSE Después de ejercer como secretario de la Presidencia desde el día uno del gobierno de Luis Lacalle Pou, Álvaro Delgado renunció al puesto en diciembre del año pasado para dedicarse a su campaña de cara a las elecciones generales de Uruguay.
Una de las caras más conocidas del actual despacho gubernamental, con una reputación de ser conciliador y resolutivo, este veterinario de formación ganó el pasado junio las elecciones primarias de su partido, el Partido Nacional (PN), y aspira a garantizar la "continuidad" del legado oficialista. La formación de tendencia de centroderecha consiguió en 2019 su primer mandato tras quince años de hegemonía de la izquierda. Amigo de Lacalle Pou y figura clave del gobierno saliente, creció en tradicionales barrios de la capital uruguaya, Montevideo, si bien siempre guardó una relación especial con el mundo campestre. Apasionado por los caballos, solía cabalgar por las vastas planicies del norte del país y pronto esos recorridos se convertirían en una de sus "terapias" favoritas para cuando necesita despejarse. Hoy, con 55 años, empezó su andadura política cuando era un adolescente.
Todavía recuerda cómo aquella "efervescencia" arrastrada desde el acto de 1983 donde, aún en dictadura, miles exigieron el retorno democrático, lo motivó a ir, con 15 años, a ver el 30 de noviembre de 1984 al líder del PN Wilson Ferreira Aldunate tras su liberación después de ser apresado por el régimen a su regreso del exilio. "Tenía algo adentro que hizo que me picara mucho", reflexiona Delgado, quien, sin venir de una familia politizada o nacionalista, dice que aquel discurso que escuchó cerca del escenario lo "marcó para siempre". A partir de 2000, pasó a ocupar diversos cargos en la formación de centroderecha, incluyendo el de inspector general de Trabajo en un período atravesado por la crisis económica de 2002 en el que destaca haber generado buen vínculo con integrantes de sindicatos y del izquierdista Frente Amplio.
En 2005, dio el salto al Congreso, donde ocupó un asiento primero como diputado (2005-2015) y después como senador (20152020). Fue en ese entonces cuando cruzó camino con Lacalle Pou y de ahí se germinó una estrecha relación como compañeros de ruta, que se fortaleció con el paso de los años. Como secretario de la Presidencia, durante la pandemia de covid-19 --que el gobierno gestionó sin confinamientos y apostando a la "libertad responsable"-reconvirtió ese cargo con su impronta, explicando los pasos a seguir.
Y aunque Delgado no tiene el carisma de Lacalle Pou, promete ser la cara de la "reelección" del Presidente y asegura que sostendrá la continuidad del proyecto oficialista iniciado en 2019. "Vamos a un segundo piso de transformaciones", dijo, en su acto de cierre de campaña. "Porque este gobierno nos deja un primer piso muy sólido para seguir construyendo el futuro", completó Delgado en la ciudad de Las Piedras, en las afueras de Montevideo. En el balotaje, Delgado tiene un importante as en la manga para desbancar al izquierdista Frente Amplio: la probable alianza con sus socios históricos del Partido Colorado. El amigo del Presidente que quiere continuar su gestión El candidato oficialista dice que quiere ir "a un segundo piso de transformaciones". THE ASSOCIATED PRESS y EFE { PERFIL Álvaro Delgado } FRANCE PRESSE.