Hoy las evaluaciones docentes miden hasta el uso de tecnologías digitales de los profesores
Hoy las evaluaciones docentes miden hasta el uso de tecnologías digitales de los profesores J unto al cierre del semestre, en las instituciones de educación superior llega también el período de evaluación docente, instancia en donde los estudiantes tienen la oportunidad de evaluar las clases en las que participaron, así como a los profesores que se las impartieron. "Todos los instrumentos de evaluación de la docencia son voluntarios para los estudiantes y existen en todos los niveles formativos, no solo en el pregrado", explica Fernando Purcell, vicerrector académico de la U. Católica.
En el caso de esta institución, se realizan en una plataforma online y a través de preguntas "que apuntan a conocer el manejo de contenidos de los profesores, la organización de la enseñanza y la calidad de los aprendizajes, así como la relación entre profesores y estudiantes, entre otras materias". E l o b j e t i v o f u n d a m e n t a l --continúa-es mejorar la calidad de los aprendizajes a través de la entrega de retroalimentación al cuerpo académico. "Aunque también son una referencia para la calificación académica o evaluación holística del trabajo a la que se someten nuestros profesores cada dos años, y para los procesos de promoción académica", dice.
En el caso de la U. de Talca, el objetivo "ha ido variando en el tiempo; cuando se iniciaron tenían como propósito monitorear lo que los docentes hacían en el aula, desde una mirada más cercana al control.
En la actualidad, el foco está centrado en evaluar la frecuencia con que el o la docente realizan prácticas asociadas a los criterios de calidad de la docencia, donde la mirada está puesta en favorecer los aprendizajes y monitorear la percepción de los estudiantes sobre el aporte de los cursos", señala la vicerrectora de Formación, Paula Manríquez.
Las respuestas son procesadas "de forma automática y se generan tres tipos de informes: uno para el docente por cada curso, uno para el director de Escuela (con los resultados de todos los profesores que realizan clases en su carrera) y uno para el director de Departamento, que incluye los resultados solo de aquellos de su unidad". De esta forma, el Comité Curricular puede más tarde generar acciones de mejora, las que van desde realizar "ajustes al syllabus (plan del curso)" hasta entregar mayor capacitación para los docentes.
Se ofrece, por ejemplo, "apoyo individual a los profesores que lo requieren" y se actualiza "la oferta mensual de talleres abiertos a todo el cuerpo académico, según las áreas que más se requieren". Confidencialidad Claudia Mejías, vicerrectora académica de la U.
Católica de Valparaíso, indica que en el caso de esta casa de estudios, las áreas de mejora a las que se hace referencia pueden ir desde conceptos más bien "tradicionales" como podrían ser la responsabilidad docente o el ambiente de aprendizaje, hasta otros más modernos, como el uso pedagógico de las tecnologías digitales, un ítem que es parte de lo que se pide calificar y que supone evaluar si los docentes cuentan con "conocimientos teóricos y prácticos que permiten la utilización de las TIC como herramienta para la expresión, comunicación y acceso a la información". Al recibir esta retroalimentación precisa, estos pueden "ajustar sus métodos de enseñanza, lo que se traduce en una experiencia de aprendizaje más enriquecedora para los estudiantes. Además, las oportunidades de formación continua derivadas de los análisis fortalecen el desarrollo profesional de los docentes", explica Mejías.
Los entrevistados señalan que por tratarse en su mayoría de preguntas cerradas o en las que se pide evaluar según cierta escala (del uno al siete, por ejemplo) el procesamiento de los datos suele ser muy rápido y entrega la posibilidad de "informes específicos que cubren diferentes niveles, desde el desempeño individual de los docentes hasta la visión global de la universidad", dice la académica PUCV.
Esto no quita que los centros de estudio también incluyan la posibilidad de escribir comentarios abiertos, generalmente al final de cada evaluación. "Nuestro modelo educativo se centra en el estudiante, entonces una de las preguntas que hace la encuesta es si la enseñanza del profesor efectivamente se centra o no en el estudiante, al mismo tiempo que se enfoca en otros aspectos más administrativos, como si pone las notas a tiempo, si explica claramente los contenidos o si llega a la hora", indica Felipe Rodríguez, director general de Desarrollo del cuerpo académico de la U.
Andrés Bello. "Finalmente, hay una gran pregunta que es si se recomienda o no al profesor, y también hay un espacio donde el estudiante puede escribir, poner algún comentario adicional que quiera relevar en la encuesta". Rodríguez señala que si bien a los profesores se les comparten estos comentarios, el nombre de quien evalúa se mantiene siempre confidencial, para que los alumnos sientan la confianza de expresarse libremente. Así como a las otras instituciones consultadas, esta metodología ha traído buenos resultados. "En pregrado alcanzamos cerca de un 80% de profesores válidamente evaluados", destaca. Se realizan a pocas semanas del cierre de cada semestre: Hoy las evaluaciones docentes miden hasta el uso de tecnologías digitales de los profesores M. CORDANO n Estas encuestas que se les pide completar a los alumnos también incluyen preguntas sobre qué tan responsable es un académico o su relación con los estudiantes.
Con las respuestas, se ajustan currículos y se generan capacitaciones según las áreas de mayor falencia. "La encuesta docente se considera un insumo más para mejorar la calidad de la docencia; un input para su desarrollo", resume Felipe Rodríguez, de la UNAB.
PEXELS / FAUXELS Crítica personal Si bien el porcentaje "es mínimo y corresponde solo al 1% del total de respuestas recibidas", Fernando Purcell, de la UC, señala que "puede ocurrir que en las preguntas abiertas haya comentarios hirientes o personales" en contra de los profesores. "Para lidiar con esto, hemos intencionado talleres para los docentes desde la Academia Docente respecto de qué hacer con los resultados (incluidos los comentarios). Se han dado también orientaciones a las carreras para que socialicen la importancia de este proceso, enseñar a los estudiantes que los comentarios son su retroalimentación y que, por tanto, deben ser constructivos y dar pistas de cómo el docente puede mejorar y no solo ser una crítica personal o sin opción de mejora", comenta Paula Manríquez, representante de la U. de Talca. "También se discute en los talleres cómo mirar estos comentarios con altura de miras, entendiendo que hay una situación de asimetría (docenteestudiante) que se `invierte' en esta instancia y que puede ser malentendida por algunos"..