Autor: Daniel Pérez Pavez
Un héroe chileno en la tragedia de Los Andes
Años tenía Sergio Catalán cuando falleció en febrero de este año.
El viernes 13 de octubre de 1972 una tragedia que el tiempo convertiría en leyenda impactó al país cuandoel avión dela Fuerza Aérea Uruguaya, con 40 pasajeros y cinco tripulantes, que conducía al equipo de rugby del Old Christians se estrelló en la cordillera de los Andes, a 3.600 msnm, a la altura de “El Planchón” cerca de San Fernando y a200 kilómetros de Pudahuel. Trece personas murieron en el terrible accidente o poco después; otros cuatro a la mañana siguiente, y el octavo día murió Susana Parrado, hermana de uno delos deportistas. Los 27 restantes tuvieron que enfrentarse a duras condiciones ambientales y climáticas en plena época de nevadas.
El grupo sobrevivió a duras penas durante 72 días y no murió de hambre en virtud de la decisión grupal de alimentarse de la carne de sus compañeros muertos, quienes estaban sepultados fuera del fuselaje destruido. El 13 de octubre de 1972 el avión de los rugbistas uruguayos que viajaban a Santiago se estrelló en la cordillera dando origen a una hazaña increíble. Sergio Catalán fue el arriero que se convirtió en el artifice del rescate de los sobrevivientes del drama. Los primeros seis de los l6 sobrevivientes arribaron a San Fernando a bordo de un helicóptero, luego de ser avistados entre los cerros por el arriero chileno Sergio Catalán.
El 12 de diciembre Nando Parrado y Roberto Canessa inician su caminata enbusca desesperada de ayuda, lo que Una hermosa imagen de la época, con Catalán junto a Canessa y Parrado. / archivo Consiguen ocho días después cuando contactan a Catalán y se desata la frenética búsqueda general.
Lo que parecía un milagro se transformó en una hazaña real de supervivencia al límite que dio origen a varios libros y ala película “Viven”. En el contexto de la historia de los uruguayos que luchaRon por no morir, el arriero Catalán fue un personaje clave. Su muerte en febrero reciente con 91 años reactivó la admiración y gratitud de losrugbistas: “Sefue un gran hombre, a quien le debemos la vida”, escribió Carlos Páez, quien fue protagonista de esa dramática odisea.