Autor: Por Sebastián Grant Del Río
"Godzilla: minus one" o los vulnerables estados humanos
"Godzilla: minus one" o los vulnerables estados humanos Podemos entender el melodrama como la acentuación del drama, es decir, potenciar aquellos aspectos que apuntan, sobre todo, a la condición humana. Si ya algo es dramático, en el melodrama es mucho más, como multiplicado. Deunacondiciónocondicionantedramática, el melodrama la expone al doble. Bajo esta mirada queunmonstruo, alquellamaremosGodzilla, ataque una ciudad como Tokio ya es terrible. Esto por lasconsecuenciasdestructivasyhumanasqueello implicaenelcontextodelaficción, yqueen"Godzilla: minus one" (2023) se torna un hecho exponencialmente más terrible. Lo anterior, porque el Tokio de esta película dirigidaporTakashiYamakazieseldelapostSegunda GuerraMundial, entre1946y1947. Noeselactual, sino que uno mucho más vulnerable y menos avanzadoque60ó70añosdespués. Enesteambiente, unpilotokamikaze, Shikishima, sientearrastrar unadeudapornohabercumplidosumisiónsuicida en el ya finalizado conflicto bélico.
Además, está a cargo de una hija que no es de él, y mantiene una relación de compañía con una mujerquenoessuesposa, yquetampocoeslamadre de la pequeña (potencia la situación dramática). Sus inseguridades emergen a cada rato para un personaje protagónico que encuentra en el monstruo una forma para saldar una deuda fantasmal en su honor. Shikishima, asuvez, serodeadegentequehasufridoporelpasadobélicoyporsentirsepartedeun paísquenolosobserva, protegeynotomaencuenta. Sonlosinvisibilizadosquetampocolograronser héroes de guerra y de nada. Desdesucategoríadepoblacióncivil, sinembargo, buscarán la forma de hacerle frente a un Godzilla implacable en destrucción, que borra todo a su paso. Pareciera llevar consigo todos los traumas y efectosdeunaguerrasinasunto, sinbaseyquemata lo que tiene al frente. VOLVER A LAS BASES TakashiYamakazienlazasupelícula(tambiénes el guionista) con la determinante "Godzilla: Japón bajo el terror del monstruo", realizada por el director Ishiro Honda en 1954. Ésta inauguraba una de las franquicias del "kaiju" (películas niponas enfocadasenmonstruosgigantes)máslongevasdelséptimoarte, conextensionesactualescomo"Godzilla y Kong: el nuevo imperio" (2024) hasta hace poco en cartelera.
Sin embargo, y más allá de la gran cantidad de producciones dedicadas a esta especie hecha realidad por las experiencias nucleares; este "Godzilla: minus one" observa y rehace la pieza fundacional, la de 1954, también fundada con una criatura violenta, sinvueltaatrásyquesóloavanzaconsentido destructivo. Noimportasisonvidashumanas, paisajes urbanos o la propia naturaleza. Es allí donde, también, está el gran acierto de esta película, actualmente disponible en Netflix: hace énfasis en una sociedad que pareciera volver a pensar para darle solución a situaciones en contra enunaerapretecnológica, sisequiere. También, se sientelaconexióncon"Tiburón"(StevenSpielberg, 1975), por ejemplo, una aventura planteada desde lahabilidadhumana, parasuperarsituacionesbordes llevadas a estados límites. El escualo de Spielberg en pantalla funciona como un relato "kamikaze" frente a soluciones que condicionan las metas.
O sea, no se sabe si habrá una solución definitivaonoalagranpreguntadramática:¿ seacabarála amenaza? Película inteligente, sin necesidad de una inteligencia artificial o búsquedas en Google para encontrar el camino; en "Godzilla; minus one" la solución es posible, más no una certeza. Estohacequelamisiónnoseala de superhéroes con poderes o personajes que toman las riendas al modo de "La Roca", para salvar el mundo y lo que ello implica en parte de la ficción norteamericana. Acá, por el contrario, el mundo ambientadoenJapóntiemblayse quiebra producto de una fuerza superioryaplastantellamadaGodzilla.
Éste rompe la zona de confort de aquel cine de acción, desastres y monstruos, donde todo pasa rápido y las soluciones llegan del mismo modo de parte de humanos que se elevan como superiores y dueños de la verdad. "Godzilla: minus one" se rescata, precisamente, por todo lo contrario. Por mostrarnos vulnerables y que los "copiar y pegar" sólo llevan al camino fácil. Uno por donde se transita sin pensar en soluciones que, efectivamente, no garantizan nada, pero que nos hacen más humanos. Disponible en Netflix, la producción japonesa dirigida por Takashi Yamakazi hace del melodrama algo que sirve para contar una situación frente a la cual resulta compleja la redención. Por Sebastián Grant Del Río Comentario.