Autor: Alicia Stipicic
Jóvenes profesionales y la cesantía
Jóvenes profesionales y la cesantía En un sector rural cercano a Punta Arenas, vivía un joven llamado Luis. Desde niño, Luis soñaba con ser ingeniero. Sin embargo, su familia enfrentaba dificultades económicas. Su madre trabajaba largas horas como costurera, y su padre había perdido su empleo en la fábrica local. A pesar de las adversidades, Luis era un estudiante brillante y siempre se esforzaba por obtener buenas calificaciones. Cada mañana, Luis caminaba varios kilómetros hasta la escuela, a menudo con el estómago vacío. Pero su pasión por aprender lo mantenía motivado. Se pasaba las noches estudiando a la luz de una vela, ya que no podían permitirse la electricidad. Sus maestros reconocían su potencial y lo alentaban a seguir adelante. Al terminar la secundaria, Luis se encontró ante un dilema: no tenía dinero para inscribirse en la universidad. Sin embargo, no se rindió. Comenzó a trabajar como ayudante en un almacén, ahorrando cada centavo. Además, buscó becas y ayudas financieras y pudo entrar a la Universidad.. La vida en la universidad no fue fácil. Luis tenía que equilibrar sus estudios con el trabajo, y a menudo se sentía cansado. Las noches de estudio se alargaban, y a veces se preguntaba si todo valdría la pena. Pero cada vez que se sentía desanimado, recordaba a su madre, trabajando arduamente para darle una oportunidad mejor. Con el tiempo, Luis se destacó en su carrera de ingeniería. Su dedicación y esfuerzo le valieron el reconocimiento de sus profesores y compañeros. Sin embargo, el camino no estuvo exento de obstáculos. Hubo momentos en que se sintió abrumado por la carga económica y el estrés, pero su determinación lo mantenía firme. Finalmente, después de años de lucha, Luis se graduó con honores. En la ceremonia, su madre lloró de felicidad, sabiendo que su sacrificio había valido la pena.
Luis se convirtió en un faro de esperanza para otros jóvenes de su comunidad, demostrando que, a pesar de las dificultades, con dedicación y esfuerzo, los sueños pueden hacerse realidad Sin embargo, al salir al mundo laboral, Luis se enfrentó a una dura realidad: a pesar de tener un título, no encontraba trabajo. En su pueblo, no había empresas que contrataran ingenieros, y las pocas oportunidades disponibles eran escasas y muy competitivas. Luis no se dio por vencido. Comenzó a buscar trabajo en ciudades cercanas, y aunque enfrentó muchas negativas, no perdió la esperanza.
Se unió a grupos de jóvenes profesionales y asistió a ferias de empleo, donde conoció a otros que compartían sus sueños y frustraciones (Basado en hechos reales)Magallanes, una región con un potencial inmenso, especialmente en el ámbito del hidrógeno verde, se encuentra atrapada en un entramado burocrático que frena su desarrollo.
A pesar de contar con recursos naturales excepcionales y una posición geográfica privilegiada, la instalación de nuevas empresas se ve severamente obstaculizada por un exceso de regulaciones y trámites que, en muchos casos, parecen diseñados para mantener el status quo en lugar de fomentar el crecimiento económico. Detrás de este laberinto burocrático hay una serie de ONG que, aunque se presentan como defensores del medio ambiente y de las comunidades, a menudo tienen raíces en capitales de grandes empresas petroleras. Estas organizaciones ejercen una influencia desproporcionada sobre las decisiones políticas y económicas, promoviendo restricciones que, en lugar de proteger el entorno, perpetúan una dependencia de los combustibles fósiles. Su interés radica en mantener la inercia del modelo económico actual, evitando que Magallanes se convierta en una potencia en la producción de hidrógeno verde y otras energías renovables. El resultado es un círculo vicioso: las empresas que podrían proporcionar empleos y tecnología innovadora se ven desalentadas por la complejidad de los trámites necesarios para operar. Las inversiones se desvían hacia otras regiones más amigables para los negocios, dejando a Magallanes en un estado de estancamiento. La promesa de un futuro más sostenible y próspero se desvanece, mientras se perpetúa la dependencia de un modelo económico que no beneficia a la mayoría. Es fundamental que las autoridades locales y nacionales reconsideren las políticas que rigen la instalación de empresas en Magallanes. Es hora de simplificar los procesos burocráticos y crear un ambiente que fomente la inversión y la innovación. La transición hacia el hidrógeno verde no solo es crucial para el desarrollo económico de la región, sino también para el futuro energético del país y del mundo. La comunidad de Magallanes tiene la oportunidad de liderar un cambio significativo en la forma en que se producen y consumen energías. Para ello, es vital que se eliminen las barreras que impiden el crecimiento. La colaboración entre el gobierno, las empresas y la sociedad civil es esencial para construir un futuro donde Magallanes no solo sea un proveedor de recursos, sino un líder en la revolución energética. Es hora de que la región despierte y rompa con las cadenas de un sistema que prioriza intereses ajenos. La riqueza que Magallanes puede ofrecer al mundo no debe ser eclipsada por intereses que buscan mantener el poder en manos de unos pocos. Con determinación y visión, Magallanes puede convertirse en un faro de sostenibilidad y desarrollo, mostrando al mundo el verdadero potencial del hidrógeno verde..