Autor: IRENE RAMíREz, SEREMI DE AGRICULTURA DE MAGALLANES
Columnas de Opinión: La importancia de sumar
La estrategia de desarrollo agropecuario se basa en la suma, un cálculo simple que, al integrarse en el tejido social, se vuelve complejo. No se trata solo de números; sino que es una adición integral en la que los esfuerzos colectivos de los pequeños agricultores multiplican las posibilidades de éxito. Esta unión tiene el poder de inclinar la balanza y generar beneficios inesperados para el bien común de la organización y cada uno de sus integrantes. Por eso, la suma fortalece y genera el impulso necesario para transformar los modelos básicos de comercialización en negocios más rentables, algo que sería imposible en una lógica de individualismo y mera subsistencia. Comprender esta idea es sencillo, pero llevarla a la práctica es desafiante, así lo saben los pequeños agricultores de Magallanes que han logrado organizarse en cooperativas y asociaciones gremiales. Ejemplos como la minga, que compartimos recientemente en Tierra del Fuego, ilustran cómo los agricultores se unen, en este caso preparan compost y luego lo distribuyen, un conocimiento valioso que debe preservarse. En Magallanes, contamos con una agricultura de alta calidad e inocua, reflejo del apoyo técnico y financiero brindado por INDAP, INIA y todas las instituciones del Ministerio de Agricultura en las últimas décadas. Esto se evidencia en convenios y esfuerzos de capacitación que fortalecen a los pequeños agricultores. La clave es trabajar unidos, articulando una visión común, con decisiones orientadas a mejorar la agricultura en su conjunto. El contexto actual de globalización y apertura de mercados presenta nuevas oportunidades, pero también desafíos que requieren una respuesta asociativa. Hoy se demanda mayor competitividad, eficiencia y altos estándares de calidad y seguridad. Por ello, es esencial construir estrategias colectivas, entendiendo el negocio como una unidad organizada en la que varios avanzan con un mismo propósito. Solo unidos, los pequeños productores pueden acceder a mejores mercados y beneficiarse de ellos. Las ventajas comparativas derivadas de nuestros recursos naturales deben complementarse con un desempeño colaborativo superior. Nuevas aproximaciones a la agricultura deben ser promovidas, fomentando vínculos en todas las etapas de la cadena, desde la producción hasta el consumo. La base de todo es la suma, la asociatividad y el cooperativismo, viendo en los demás un aporte para mejorar nuestras propias capacidades y competitividad. Y así contribuir a la seguridad alimentaria de Magallanes..