"La mala fama de los abogados es bien merecida a veces"
"La mala fama de los abogados es bien merecida a veces" Distancia social POR SOFÍA BEUCHAT FRANCISCA WERTH: "La mala fama de los abogados es bien merecida a veces" --A raíz del caso Hermosilla, los abogados hoy no gozan de buena fama. Haga sus descargos. Ningún descargo que hacer. Parece que la mala fama es bien merecida a veces. Ser abogado es una tremenda responsabilidad.
En general, se llega a la vida de las personas en sus peores momentos, cuando son víctimas de un delito, están siendo imputadas, alguien se murió y hay que hacer la posesión efectiva, cuando hay un divorcio, etc.
Toda la confianza que se nos entrega en esos momentos no debería ser nunca traicionada o negociada. --Lo mejor y lo peor de su paso por la fiscalía, donde fue directora ejecutiva nacional por casi 7 años. Lo mejor, sin duda, son las personas que conocí en todo Chile y que estaban comprometidas con su trabajo. Lo peor: tomar decisiones en la pandemia, cuando teníamos poca información para saber qué hacer.
Fue difícil equilibrar la atención de las víctimas y la protección de la salud de los funcionarios y fiscales. --Si solo pudiera hacer un gran cambio en políticas públicas para la seguridad, ¿cuál sería? ¿ Solo uno? Dos... uno en cada extremo del ciclo de la delincuencia. Programas de prevención con jóvenes que han infringido la ley y necesitan de todo el intersector (educación, salud mental, apoyo familiar) para no volver a cometer delitos. En el otro extremo, programas de reinserción para mujeres condenadas, que les aseguren un lugar donde vivir cuando salgan, además de capacitación real y, ojalá, un trabajo. En ambos casos, con control de parte del Estado, pero donde se entienda que el desistimiento del delito se construye con apoyo.
Solo, nadie puede. --Al revés: ¿ qué medidas comunes en torno a la seguridad le parecen contraproducentes? Las leyes del tipo "agenda corta" no solucionan los problemas que aseguran que van a arreglar y, a largo plazo, los agravan, aumentando el uso de la cárcel y la prisión preventiva sin que hagamos nada por la reinserción.
Tampoco ayuda que al dictar leyes no nos hagamos cargo de sus efectos. --¿ Cuál es su opinión sobre las políticas de Bukele? En El Salvador se está transando seguridad a cambio de libertad y vulneración de derechos humanos de las personas, sean o no delincuentes. Siempre pensamos que eso le pasará solo al malo, pero no es así, puede pasarle a cualquiera, incluso por error, porque el sistema se equivoca, como lo muestran las condenas erróneas.
Entonces, ¿qué haríamos si por una ley para evitar la delincuencia nos pudieran detener sin motivo? ¿ O si se restringe el derecho a defensa y algún día necesitamos ser defendidos? --El mejor antídoto contra el crimen organizado es: Evitar que la corrupción permee nuestras instituciones.
La experiencia de otros países muestra que el crimen organizado se asienta y consolida precisamente en el poder que tiene para corromper no solo a los mandos más altos, sino también en el territorio, en las cárceles, en los municipios. --¿ Qué adjetivo describe mejor su visión sobre el Poder Judicial en Chile hoy? Aproblemado. No es normal para el Poder Judicial estar en el debate público de la manera en que lo ha estado en los últimos meses.
Ojalá que salga fortalecido y se hagan los cambios necesarios, al menos en el sistema de nombramientos. --¿ Cuál es el consejo clave que entrega usted como coach? Que podemos pensar estratégicamente cada decisión de vida. Debemos contar nuestra historia con un relato o storytelling, que explique bien nuestras luces y sombras. Para eso, tenemos que iluminar aquello que no vemos, nuestras zonas grises. El coaching sirve para ver aquello que no veo o no quiero ver. --La preocupación más sorprendente que ha visto en los ejecutivos desde que es coach certificada. En las mujeres, el temor a perder, ganando. Es decir, si logran un trabajo más exigente en tiempo, sienten que pierden en su vida familiar, de pareja, tiempo para ellas o con sus hijos. Siempre tienen la sensación de estar perdiendo algo. En los hombres, que después del coaching me digan "nunca pensé que conversar de esto me iba a servir tanto". --Su libro de cabecera. Sostengo absolutamente lo que decía Borges: el paraíso debe ser una biblioteca. Mi libro de cabecera es "Matar a un ruiseñor", de Harper Lee; me enamoré de la defensa pública con ese libro. Ahora en mi velador hay dos: "El Llano", de Federico Falco, que me mandaron a leer en mi taller de lectura, y "When Innocence is not enough", de Thomas L. Dybdahl, sobre las condenas erróneas. n *Abogada, investigadora asociada del Centro de Justicia y Sociedad de la UC. FRANCISCO JAVIER OLEA.