Autor: Nicolás Pacheco, coach de modelo denegocios y expansión
Columnas de Opinión: Comercio ambulante, un problema ignorado
Columnas de Opinión: Comercio ambulante, un problema ignorado Columnarrespondientes y venden informalmente sin emitir boletasni pagar impuestos. Esta situación es un atentado directo alosemprendedores formales, quese esfuerzan día a día por competir de maneraleal y justa, contribuyendo a una economía sana y pujante. La economía localsufre con la competencia desleal de vendedores informales que, aleludirregulaciones y costos, oftecen precios más bajos. Esto presiona a los comerciantes establecidos a reducir márgenes y ventas, desincentiva la inversión, y erosiona la confianza en el comercio formal, poniendo en riesgo la estabilidad financiera y el empleo en la comunidad. Lasituación del comercio ambulante en Puerto Montt requiere atención urgente. Las actuales autoridades no sólo han fallado enabordar el problema, sino que la falta de regulación ha agravadoaaún más la situación, ignorando las demandas de los emprendedores. Escrucialquelanueva administración tomeenserio este problema para garantizar un entorno seguro y equitativo tanto para los comerciantes establecidos como para losconsumidores, quienes merecen productos de calidad y condiciones dignas de compra. La salud pública y la economía local están en juego, y es hora de que se tomen medidas efectivas para abordar esta problemática que ha sido ignorada por demasiado tiempo. E nel corazón de Puerto Montt, la situación del comercioambulantese ha convertido en un problema desbordado, con una aparente falta de preocupación por parte del municipio. Los locatarios de la calle Antonio Varas, el Terminal de Buses, el centrocívico y numerosos otros lugares hanalzado lavoz, denunciando un descontrol que las autoridades parecen ignorar.
Fuera del mercado Varas, un mar de vendedores informales ofrece todo tipo de productos, desde carnes y pescados hasta frutas y artículos deaseo, sinla debida autorización ya precios mucho más bajos que los de los comerciantes autorizados. Esta proliferación no sólo ha saturado el espacio público, sino que también ha puesto en riesgo la salud de los consumidores y la viabilidad económica de los comerciantes establecidos. Elriesgo parala salud pública esotro aspecto alarmante deesta situación. Los productos cárnicos y pesqueros se venden sin las condiciones adecuadas de conservación. Las carnes, pescados y mariscos ofrecidos sin cadena de frío no sólo representan un peligro para los consumidores, sino que también ponen en riesgo la reputación del mercado y de sus comerciantes responsables. Enotros sectores, las veredas parecen pasarelas de moda, con todotipo de vestimentase incluso probadores desmontables. Estos vendedores usan el espacio público sin pagar los permisos co-.