Autor: EVA LUNA GATICA
Lynetteholm, la polémica isla artificial que Dinamarca planea construir
La propuesta, que aún no es aprobada, genera dudas por su impacto ambiental.
En Copenhague, el ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen, junto a autoridades de la zona, presentaron en octubre de 2018 los planes para una isla artificial llamada Lynettcholm, al norte del centro de la ciudad, que albergará 35.000 hogares y poseerá 2,8 kilómetros cuadrados de extensión.
A dos años de esta propuesta, el proyecto está cada vez más cerca de concretarse y este mes se debate dentro del Parlamento danés, el que tendrá que deliberar si quiere o no incorporar este pedazo de tierra a su mapa La construcción de la isla podría terminar en 2070 y los ingresos del desarrollo de viviendas financiarán un túnel debajo del puerto, a través del que iría una línea de metro, así como una sección de circunvalación que proporcionará tiempos de viaje más rápidos desde el aeropuerto. Se supone que Lynetteholm no solo aliviará la crisis inmobiliaria crónica de la capital danesa, sino que también actuará como un trampolín para un replanteamiento ambicioso de la infraestructura de la ciudad. “Problemas como la crisis inmobiliaria o la falta de vivienda se pueden abordar con otros instrumentos, como las buenas políticas de suelo y de vivienda social.
Sin embargo, si están bien diseñadas, en algunos contextos las islas artificiales podrían ser una buena solución, Un ejemplo reciente son las islas residenciales que se realizaron en Dubái”, dice a “El Mercurio” Emanuel Giannotti, experto en urbanismo de la Universidad de Chile.
Su construcción no tiene muy felices a sus vecinos en Suecia, Se instalaría frente a la capital: CONTROVERSIA El proyecto ha generado rechazos en la vecina Suecia, en donde se cree que la isla artificial podría afectar las corrientes oceánicas y generar serios daños al ambiente marino. Informó Bloomberg.
El 22 de febrero, funcionarios de la provincia sueca Escania, conectada a Copenhague por el puente Oresund, dijeron que se oponían al proyecto porque corría el riesgo de alterar las corrientes oceánicas, y que, además, el estudio de impacto ambiental no considera la construcción del paso subterráneo, algo que aún se debe evaluar. Por otro lado, advierten que la isla podría provocar graves daños en el ambiente marino.
“La construcción de islas artificiales puede tener fuertes impactos ambientales en los ecosistemas costeros, que son muy delicados y ofrecen un importante aporte al bienestar humano (que es una de las críticas al proyecto de Lynetteholm). En 'un momento de emergencia climática como el que estamos viviendo, los costos de realizar islas artificiales pueden ser mucho más altos que los beneficios”, comenta a este rio Giovanni Vecchio, experto en planificación urbana de la Universidad Católica. Sin embargo, el proyecto sigue gozando de un amplio apoyo tico, y las autoridades aseguraron que tendrán las conversaciones necesarias con Suecia y otros actores sociales para llevarlo a cabo.
A una así, antes de que las excavadoras puedan comenzar, primero se debe verificar el área en busca de hallazgos histórico-culturales y el Museo de Barcos Vikingos de Dinamarca, que tiene la responsabilidad arqueológica en el estrecho, advierte que tales investigaciones pueden llevar mucho tiempo, más que el que pronostica el proyecto. Lo anterior, porque, según el museo, el área donde se planea Lynetteholm puede ser un verdadero huevo de oro para la arqueología danesa.