Autor: JUAN ENRIQUE ZEGERS HOCHSCHILD
¿ Discriminación por embarazo?
Señor Director: El lunes en el aeropuerto de Temuco, frente al counter de Sky, me encontré con una situación que me causó indignación. Una joven embarazada estaba en shock luego de haber sido engañada para bajarla de un avión, estando ya sentada en su asiento y el avión listo para partir. Según la jefa de cabina, no tenía sus papeles en orden. Previo al embarque, la joven embarazada de 35 semanas tuvo que hacer una cola de unos 10 pasajeros en el counter, donde entregó su certificado de embarazo. El personal de la aerolínea encontró que el mismo no era suficiente, por lo que tuvieron que contactar al ginecólogo, quien certificó todo a requerimiento de la compañía.
Lo realmente inaudito es que una vez que todos los pasajeros estuvieron embarcados y sentados en sus asientos, la jefa de cabina le pidió nuevamente contactar a su doctor para que le enviaran un nuevo certificado, pero esta vez por problemas de comunicación le exigieron hacerlo en la manga de embarque, tuvo que salir del avión y no más salir, le cerraron la puerta en las narices; la rigidez no es un bien, la bondad sí. El avión comenzó el carreteo para despegar. Después me enteré de que la pobre se cayó al suelo llorando por la impotencia y crueldad con que la trataron. El personal de tierra, preocupado por la situación, la atendió con diligencia y curiosamente, la pusieron en el vuelo siguiente, 5 horas después. Lo sucedido en el vuelo 142, del 3 de febrero, me ha llevado a pensar que ya es hora de que el país reaccione frente a la mujer embarazada.
Un país con la natalidad que baja año a año no tiene futuro, por lo mismo, creo que debemos promover una cultura de admiración y respeto especial hacia ellas y, de una vez por todas, tener políticas reales que ayuden e incentiven los embarazos. Lo aquí narrado es solo una muestra. Para qué decir en el mundo laboral; desde sus comienzos la pregunta solapada en las entrevistas de trabajo es, ¿pretendes tener hijos?