Autor: POR Marcela Saavedra Araya.
UN JARDÍN BOTÁNICO PARA SANTIAGO
UN JARDÍN BOTÁNICO PARA SANTIAGO DIARIO DE VIAJESSEIS JARDINES CON ESPECIES NATIVAS Y BOSQUES DE CUATRO ECOSISTEMAS DIFERENTES CONVIVEN EN SOLO 4,5 HECTÁREAS. ASÍ ES QUILAPILÚN, PARQUE DEDICADO ALA EDUCACIÓN AMBIENTAL, DONDE PUEDE VER DE CERCA ESPECIES ÚNICAS Y ALGUNAS PRÁCTICAMENTE EXTINTAS. ZEVLÁGSOLRZEVLÁGSOLRACZEVLÁGSOLRACZEVLÁGSOLRACHay especies de cuatro ecosistemas. “Para comenzar, deben saber que el parque está dividido en dos.
A la derecha tenemos un jardín hecho con da, lo más llamativo: 3,5 hectáreas de flora nativa y endémica del norte y centro de Chile”, dijo Aarón Barrios, especies introducidas, que busca mostrar que es posible hacer jardines de bajo consumo hídrico. Y a la izquierguía del Parque Quilapilún, cuando cruzamos un edificio de adobe que hay en el lugar.
Seguimos sus pasos hasta un pasadizo arbóreo, donde se disponían especies como el chagual (Puya chilensis), coralito del norte y un emblemático toromiro, “una especie endémica de Rapa Nui que fue declarada extinta en su medio natural y que hoy sobrevive en el continente gracias a diversos esfuerzos de jardines botánicos”, explicó Aaron cuando nos presentaba el “jardín de especies amenazadas”, uno de los seis que hay en este sector. Esa mañana, lluviosa, habíamos salido hacia el norte de Santiago, más allá de Colina, para tomar la Ruta 57 hasta el desvío de avenida Alpatacal.
Allí, en una zona donde se diluye lo urbano para dar paso al mundo rural, aunque a solo 45 minutos de la capital, está este Parque Quilapilún, que Anglo American construyó en 2012, “como uno de los proyectos de educación y compensación ambiental de la empresa”, según explicó Rafael Ascanio, administrador del lugar. Quilapilún es gratuito, abre de lunes a domingo, y se recorre libremente. Eso quizá explique por qué está cubierto con señalética de accesibilidad: los distintos senderos son de cemento y planos, ideal para venir en silla de ruedas, por ejemplo. Dicho eso, continuamos con el recorrido por un sector de chañares, árbol de flores amarillas típico del norte. En el camino era fácil sorprenderse con la belleza paisajística. Da la impresión de que la disposición de cada una de las especies guarda un sentido estético.
Y justamente, Aarón explicaba que Quilapilún fue diseñado por la reconocida arquitecta y paisajista Consuelo Bravo, “utilizando más de 150 especies de flora nativa y endémica”. Cuando llegamos a una zona de bosque espinoso, el guía contó que las subdivisiones del lugar están pensadas como reflejo de la flora del centro norte del país. Por eso, las plantas representan cuatro ecosistemas, y cada zona tiene especies asociadas, que se pueden conocer con cualquiera de los expertos que dirigen los recorridos abiertos que se realizan cada fin de semana. “También tenemos un taller botánico, de aves, de reciclaje y de flora nativa. Para participar solo hay que inscribirse en nuestro teléfono o vía correo”, explicó Aarón, mientras nuestra atención nos conducía hacia una zona más verde. Era el sector de bosque esclerófilo, donde había boldos, quillayes, peumos y litres. Esta ruta colindaba con el jardín de geófitas, que tiene especies que crecen de un tubérculo, como astromelias, añañucas o huillis. Rodeados de colores, Aarón destacó que el parque, además, “tiene zonas dedicadas a las especies de agua, a las cactáceas y a plantas que tienen un significado etnocultural, como el canelo. Esos se suman a jardines como el de chañares y el de especies amenazadas”. Abierto para las visitas, el parque también está disponible para colegios y tareas de investigación.
Quilapilún colabora con estudios que realizan varias universidades, y tiene un vivero propio donde reproducen especies nativas, y que también se puede recorrer, según explicó Aarón cuando estábamos cruzando una zona de pícnic y el moderno sector de juegos. “Quilapilún actualmente tiene un foco en el aprendizaje. Queremos que las personas disfruten aprendiendo de flora y mostrarle que es posible tener especies nativas en casa. Nuestro próximo paso es ampliar nuestra muestra, por ejemplo incluyendo especies altoandinas, pero para eso tenemos que seguir investigando y estudiando la flora local. Mostrarla es el camino educativo que perseguimos”, nos dijo luego Rafael Ascanio, cuando estábamos terminando el recorrido en este jardín tan cercano. DMÁS INFORMACIÓN:Web: chile. angloamerican. com /sustentabilidad/medio-ambiente /parque-explorador-quilapilun. aspx Correo: parquequilapilun@angloamerican.com. Está a 45 minutos de Santiago. A C También tiene visitas guiadas.