Engordando pájaros
Engordando pájaros Opinión Engordando pájaros Renato Segura Domínguez Director Didepro Municipalidad de Chillán C uando las aves engordan, es señal que las semillas que se depositaron en el suelo durante la siembra van a generar menores rendimientos en la época de cosecha. Como una forma de ilustrar el problema, un estudio realizado entre agricultores de Osorno mostró que el 91% de los encuestados reportó daños en sus cultivos a causa de fauna silvestre. De ese total, un 89% declaró haber sufrido pérdidas a causa de loros, siendo la especie más frecuentemente mencionada, y señalada como la más importante en términos de daño a cultivos en la zona. El loro choroy (Enicognathus leptorhynchus) y cachaña (Enicognathus ferrugineus), ambas especies nativas de Chile son las sindicadas como responsable de cuantiosas pérdidas económicas para la agricultura de la zona centro-sur del país.
En la región de Ñuble es usual recibir a estos incómodos visitantes desde junio hasta fines de agosto, coincidiendo con el período de mayor abundancia de semillas en los sectores rurales por la siembra de cereales.
En el año 2016 la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo publicó el informe "Estudios de Política Rural de la OCDE Chile". El documento de 206 páginas, alerta a las autoridades que las cuantiosas semillas que la política pública deposita en los sectores rurales de Chile terminan en la panza de los pájaros. En efecto, la definición actual de "rural" ya no refleja la realidad económica de nuestro país.
Actualmente tiene programas, pero carece de una política rural (lo dijo la OCDE el año 2014). En la actualidad, los gobiernos regionales tienen una autonomía limitada (también lo dijo la OCDE el año 2014) y, en los pocos espacios de autonomía que poseen, siguen la lógica de los programas de asistencia al mundo rural o no ven con malos ojos el que la semilla alimente a las bandadas de pájaros que viven y/o visitan el territorio. En este ambiente, no debiese extrañar que los grandes proyectos de inversión estén concentrados en los sectores energía no convencional y forestal maderera.
Mientras tanto, la inversión en la actividad agroindustrial en zonas rurales se hace inviable debido a la baja capacidad de almacenamiento de agua para asegurar el riego, y a la baja disponibilidad de energía eléctrica para asegurar el funcionamiento de la industria. Mientras esta realidad se hace invisible en los ojos de la autoridad en Chile, los organismos internacionales reconocen en el crecimiento de la actividad agrícola la clave para la expansión de la economía global. Los datos muestran una correlación positiva entre el crecimiento acelerado de la agricultura y el dinamismo del crecimiento económico. La explicación de dicho fenómeno se debe a que los recursos utilizados para el crecimiento agrícola son marginalmente competitivos con otros sectores. Esto activa el desarrollo de los bienes no transables, absorbiendo mano de obra desocupada. En este sentido, se observa que para los territorios con alto rezago, los multiplicadores del crecimiento agrícola son tres veces superiores a los del crecimiento no agrícola, según la FAO.
En el mismo sentido, la internacionalización del sector ha mostrado que las regiones agrícolas pueden crecer del orden de 4 a 6 por ciento, aún en los casos en que el ingreso interno sea demasiado bajo como para ampliar el mercado de productos de mayor valor agregado. En resumen, para la acción de política pública rural, es un pésimo negocio el seguir engordando pájaros.. - -