Halagos, regalos y estrategia: la nueva diplomacia de la era Trump
Halagos, regalos y estrategia: la nueva diplomacia de la era Trump ZELENSKI, el Presidente ucraniano, se reunió con Trump en la Casa Blanca el lunes pasado. Ambos mantuvieron un tono más cordial que en el pasado.
FRANCE PRESSE E ra una de las reuniones clave para el fin de la guerra en el este europeo, en la que el Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se jugaba el futuro de su país, pero planes y propuestas no fueron lo único que el mandatario llevó a Washington al reunirse con Donald Trump, sino que también una ofrenda: un palo de golf de un soldado ucraniano. La práctica se ha vuelto habitual para líderes mundiales que han aprendido cómo lidiar con el líder de la principal potencia mundial o, si no, arriesgarse a su cólera. Trump, un ávido golfista que posee varios campos, aceptó el regalo y entregó a Zelenski unas llaves simbólicas de la Casa Blanca a cambio, según informó la oficina del líder ucraniano. El intercambio cordial del lunes pasado marca un giro respecto de febrero, cuando Zelenski abandonó la Casa Blanca antes de tiempo tras una discusión televisada con Trump y con el vicepresidente de EE.UU., J. D. Vance. El regalo no fue la única diferencia entre el encuentro del lunes y el de febrero. En la cita de esta semana, Zelenski llegó vestido de terno y acompañado de los principales líderes europeos. En su visita anterior a la Casa Blanca, el ucraniano fue vestido con su tradicional uniforme militar verde. "Me encanta", dijo Trump el lunes al saludar a Zelenski. "Trump es temperamental y transaccional. Toma decisiones basado en instinto más que en información", planteó Dan Hamilton, experto en relaciones trasatlánticas de la Universidad Johns Hopkins.
El diálogo entre ambos mandatarios también fue mucho más amigable, con pocas críticas de Trump a Zelenski, y menos cuestionamientos del ucraniano, que en febrero pusieron de mal humor a Trump. "Compórtese", le dijo Vance a Zelenski, según recordó él mismo en una entrevista con Fox News tras el encuentro. El estadounidense dejó claro que estos detalles son importantes para él. Y los líderes mundiales tomaron nota. Decirle al estadounidense lo que quiere escuchar Las relaciones entre EE.UU. y sus aliados son tensas desde que Trump volvió a la Casa Blanca en enero. Tal como en su gobierno anterior, el republicano los acusa de aprovecharse de su país en el tema comercial y de no pagar "lo justo" en la OTAN. Los líderes europeos le han respondido con la misma moneda, pero, en los últimos meses, tomaron lo que The New York Times describió como "un curso intensivo de Trumpología" para intentar influir en el estadounidense. Uno por uno, presidentes y primeros ministros de países europeos han viajado a Washington aplicando lecciones sobre cómo manejar de la mejor manera al líder del país más poderoso del mundo.
Los mandatarios de Reino Unido, Italia, Francia, Finlandia, la OTAN y de la Comisión Europea acompañaron a Zelenski a su reunión en la Casa Blanca, y agradecieron repetidamente a Trump el impulso a la paz en Ucrania, a la vez que evitaban estar en desacuerdo con él y, sutilmente, le planteaban sus inquietudes sobre las negociaciones que mantiene con Rusia. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, parece dominar este nuevo estilo de diplomacia. "Sr. Presidente, querido Donald, felicitaciones, y gracias por su acción decisiva en Irán, fue algo verdaderamente extraordinario, y algo que nadie más se atrevió a hacer. Hace que todos estemos más seguros. Esta noche, usted vuela hacia otro gran éxito en La Haya", le escribió el líder de la Alianza Atlántica a Trump antes del inicio de la cumbre del bloque en junio. No es el único. El Presidente de Francia, Emmanuel Macron; la Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni; el Primer Ministro británico, Keir Starmer, y el Canciller alemán, Friedrich Merz, cortejan regularmente al Presidente de EE.UU. Hace unos meses, este último calificó a Trump como la "persona clave en el mundo" para resolver el tema ucraniano.
Todo esto hace que para expertos como Michael Desch, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Notre Dame, "la forma en que se comportaron los líderes europeos y Zelenski" en la más reciente visita a Washington sea "la mejor muestra" de cómo Trump ha cambiado la forma en que Estados Unidos hace diplomacia. Obsequios para ganarse el aprecio del republicano Como demostró Zelenski con su palo de golf, los regalos también son un instrumento para mejorar las relaciones con Trump.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, le regaló hace dos semanas una pieza de vidrio "única" del fabricante de vidrio para iPhone Corning, con el nombre de Trump y montada en una base de oro de 24 quilates. Cook no busca influir diplomáticamente en Trump, pero conoce la importancia de mantener una buena relación con un jefe de Estado que ha criticado a Apple por no fabricar sus iPhones en Estados Unidos. Un enfoque distinto tomó el Primer Ministro camboyano, Hun Manet, al nominar a Trump para el Premio Nobel de la Paz, un honor que el republicano cree merecer y busca hace tiempo. En su carta al Comité del Nobel, Hun Manet elogió a Trump por su "diplomacia visionaria e innovadora". El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el gobierno de Pakistán también postularon al estadounidense al premio.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha seguido una estrategia similar y en marzo entregó a Trump el trofeo de la Copa Mundial de Clubes, una enorme escultura esférica dorada que permaneció en el despacho oval durante semanas. Pero, por mucho, el regalo más polémico y que más parece haber agradado a Trump se lo dio Qatar: un Boeing 747 para ser reacondicionado para su uso como Air Force One. El regalo del avión --valorado en US$ 400 millones-generó enorme revuelo por, presuntamente, estar siendo usado para influir en Trump. El mandatario lo negó y la aeronave está siendo preparada para convertirse en el nuevo avión presidencial.
Halagos, regalos y estrategia: la nueva diplomacia de la era Trump NICOLÁS GARCÍA DE VAL Líderes mundiales han cambiado su forma de actuar frente al Presidente estadounidense para intentar influir en él o ganarse su aprecio. La reciente reunión del mandatario con Zelenski comprobó la tendencia La jefa de gobierno europea que mejor se ha adaptado a la nueva diplomacia de Estados Unidos vive en Italia. La Primera Ministra Giorgia Meloni ha usado una estrategia similar a sus pares de Europa, y con mejores resultados. A mediados de abril, halagó tanto a Trump durante su visita a la Casa Blanca que este se deshizo en elogios hacia la "fantástica política" italiana.
La líder italiana también estuvo presente en la cita del lunes pasado junto a Zelenski, donde nuevamente quedó en evidencia que sabe tratar a Trump. "Te ves fantástica", le dijo el republicano cuando estaban sentados uno junto al otro. n La europea más hábil.