Columnas de Opinión: Cuando hay que dar el corazón por el corazón
OoColumna» Klgo. Sergio Martínez Huenchullán Profesor Asociado Kinesiología USS Valdivia. 'sualmente los momentos mássignificativos dela vida están asociados, en su testimonio, al corazón. Por ejemplo, es común escuchar decir “de corazónte digo que.. ”o “pusetodo con locualse daa entenderquelo mencionado micorazónenesto.. ”, orealizado se ejecutó con las mejores intenciones y esfuerzos. Sinembargo, cuandoanalizamos lo que nosotros hacemos “de corazón” por nuestro corazón, es probable que muchos de noso-tros estemos al debe. Como contexto, la Organización Panameri-grama GES (Garantías Explícitas de Salud). Sibienestas estrategias tienenefectos positivos, nuestro enfoque debieraestarenla prevención, en elevitarllegar ala utilización deestos programas. Portanto, preguntas como: ¿ qué hacer? o ¿ cómo cuidara nuestro corazón? son muy pertinentes. Concretamente, las respuestas aestasinterrogantes son sencillas, mas suimplementación es compleja, especialmente en las etapasiniciales desuimplementación: consumir una dieta balanceada y realizar actividad física/ejercicio regularmente. Como kinesiólogo, me permito profundizar entér-cana de Salud destaca queen Chile mueren más personas porenfermedades cardiovasculares que por cualquier otra causa, locual, traducidoa números, corresponde acerca de30 mil defuncionescada año.
Esto, sumado a que en nuestro país las tasas desobrepeso y obesidad son una de las más elevadas a nivel mundial (3 decada 4 chilenos presenta algún tipo demalnutrición porexceso), y que 8 de cada10 adultos no cumple con los requerimientos mínimos de actividad fisica semanal, nos pone en una situación de deuda con la salud de nuestros corazones.
Sabemos que las medidas que se están tomando a nivel desalud pública han derivadoen un mayor control delas enfermedades cardiovasculares crónicasno transmisibles (p. ej: hipertensión arterial), al procomo por ejemplo, lainclusión dealgunas de estas patologías minos de la actividad fisica/ejercicio.
En dicho contexto, pequeños cambios pueden tener un gran impacto si somos constantes, como, por ejemplo: preferir caminar en vezquerecorrer en automóvil distancias cortas, usar las escaleras en vez del ascensor, levantarnos dela silla por un par de minutos por cada hora que permanezcamos sentados trabajando, jugar activamente con nuestros hijos(as), y un largo etcétera.
Lo importante de todas estas acciones esla constancia, por tanto, el desafio no es encontrarla “motivación” para implementarlas, sino que la “disciplina”. Deahieltítulodeesta de lasalud de nuestro corazón paraasí contar con él y podelas personas ysituacionesque nos inspiran. O Humor menos columna, necesitamos colocar “elcorazón” a disposición nerloadisposición.