COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando la donación trasciende en la empresa
COLUMNAS DE OPINIÓN: Cuando la donación trasciende en la empresa ENFOQUE ¿ Y qué pasa con el mundo empresarial? Aunque no existe un registro oficial exhaustivo sobre empresas filántropas en Chile, un estudio del Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica reveló que en 2022 las donaciones privadas, de personas y empresas, representaron apenas el 0,12% del PIB nacional (US$396 millones). Una cifra que está muy por debajo de la generosidad observada en países como Estados Unidos, Canadá o el Reino Unido, donde la cultura de la filantropía es un pilar fundamental del desarrollo social.
En Fundación Las Rosas, el 8,7% de nuestros ingresos proviene de empresas que, con compromiso y generosidad, han mantenido en el tiempo una relación de confianza y colaboración invaluable Cuando la donación trasciende en la empresa Ayudar gratifica. Ayuda al alma. Calma. Calma porque cuando entregamos nuestro tiempo, un bien material o un aporte económico a quienes más lo necesitan, nos acercamos a algo más profundo: a lo humano, a lo esencial, a lo verdaderamente trascendente. Pero, como chilenos, ¿tenemos realmente el hábito de ayudar? Nuestro país se ha caracterizado por tener un alto porcentaje de personas dispuestas a tender una mano a otros, incluso a completos desconocidos. Sin embargo, el voluntariado organizado, sostenido y comprometido aún tiene mucho espacio por crecer. El desafío está en que más ciudadanos, y especialmente más empresas, se sumen de forma activa y constante a esta tarea colectiva. Ángeles Toro Munita Jefe Zonal Biobío-Ñuble Fundación las Rosas para nuestros más de 2.200 residentes distribuidos en 28 hogares a lo largo de Chile. Pero el escenario es desafiante: el cuidado de una persona mayor es costoso, requiere alta dedicación profesional y, por sobre todo, mucho amor. Eso es justamente lo que entregamos día a día. Amor que se transforma en cuidados, en dignidad, en una vejez vivida con sen)do hasta el último respiro. Nuestro fundador, Monseñor Sergio Correa, nos dejó una misión clara: cuidar y acompañar a cada residente como si fuera nuestro propio padre o madre. Asegurar que su partida sea digna, acompañada y llena de humanidad. Para continuar con este legado, necesitamos más empresas que se sumen a este camino. Sabemos que contamos con nuestros amigos, personas naturales que representan el 43,1% de nuestros ingresos, quienes mes a mes, de manera fiel y silenciosa, aportan a esta causa. A ellos, nuestro eterno agradecimiento. Pero también queremos que más empresas se conviertan en "empresas amigas", porque queremos crecer, llegar a más personas mayores vulnerables y abrir nuevas puertas en más rincones de Chile. Queremos llegar a las 3.000 camas, para que 3.000 corazones no envejezcan solos. Para que encuentren una familia en nuestros hogares, el cariño que quizá nunca han tenido, y una vida con sentido hasta el final. En la Región del Biobío, donde actualmente acogemos a 156 residentes, enfrentamos un desafío económico importante. Cada día es más caro vivir, y el costo del cuidado de nuestros adultos mayores no escapa a esta realidad. Tenemos el anhelo de recibir a 100 personas más, pero necesitamos más manos, más alianzas, más empresas que digan presente para poder construir un nuevo hogar. Apadrinar a un residente, cuyo cuidado mensual tiene un costo de $1.350.000, es un acto de amor que cambia vidas. Hoy tenemos alianzas valiosas que lo hacen posible, pero queremos generar un círculo virtuoso de empresas solidarias, comprometidas con una causa que a tantos conmueve y a tantos cuida. Porque estas alianzas deben trascender generaciones. Porque el día de mañana seremos el doble de personas mayores en Chile. Y Fundación Las Rosas quiere estar ahí, firme, presente, para asegurar que ningún adulto mayor vulnerable muera solo o abandonado. Nuestra misión es clara: dar amor que trascienda la vida. Acompañar con dignidad, hasta su encuentro con el Señor. Por eso, a ti, empresa, pyme o gran compañía, te hacemos este llamado: no pases de largo. Súmate. Dona. Acompáñanos. Porque ayudar no solo calma: transforma y trasciende.. -