Damnificados una y otra vez
Damnificados una y otra vez Editorial Editorial Damnificados una y otra vez El mes de junio de 2024 está dejando una huella profunda en la Región del Biobío, considerando la gran cantidad precipitaciones registradas durante las últimas dos semanas y los efectos provocadosa los habitantes de las tres provincias en términos de daños a viviendas, establecimientos educacionales, locales comerciales y, en general, áreas productivas.
De acuerdo a los datos de la Dirección Meteorológica de Chile, losregistros de la estación de Carriel Surindican que desde el martes 1o dejunio en adelante, los niveles de agua caída crecieron considerablemente, pasando de 84,4 milímetros acumulados el 9 de junio a un total de 392,6 milímetros hasta el pasado viernes 21.
Es decir, en doce días la cifra de agua caída acumulada a nivel regional se cuadruplicó de la mano de sistemas frontales extensos y con una alta proyección de lluvia y viento, pronóstico que se cumplió ampliamente y provocó estragos en algunas comunas.
El posible efecto de la gran cantidad de precipitaciones fue alertadonosolo porlosservicios gubernamentales que tienen a cargo el manejo de situación de riesgo y emergencias, como es el caso del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, Senapred, sino que también por centros especializados y expertos en el tema.
Se advirtió que se trataba de pronósticoscomplejos, que podrían generarcrecidas deríos y remociones en masa, advertencia que estaba dirigida especialmente a la población que está ubicada en las cercanías de ríos y cerros, a los municipios a cargo y alas autoridades de las distintas áreas.
Sin embargo, como se ha informado de manera reiterada en los últimos diez días, hay sectores de la Región que, una vez más, han sido castigados por la intensidad de las precipitaciones, pero también por la falta de acción frente a situaciones que no eran nuevas y quese habían vivido con anterioridad.
Los anegamientos, deslizamientos de tierra, cortes de camino y socavones que afectan a viviendas y rutasson parte de las emergencias quese han vivido a diario desde hace casi dos semanas, algunas de ellas en los mismos puntos dondese produjeron el año pasado, hace cinco años o hace diez años.
No importa la fecha en quese busque el registro, la imagen sigue siendo la misma, con ríos que salieron de sus cauces e inundaTon viviendas o cerros que cedieron sobre rutas y casas ya sea en zonas urbanas o aquellas con mayor ruralidad. nas urbanas o aquellas con mayor ruralidad. nas urbanas o aquellas con mayor ruralidad.
Como se ha informado de manera reiterada en los últimos diez días, hay sectores de la Región que, una vez más, han sido castigados por la intensidad de las precipitaciones, pero también por la falta de acción frente a situaciones que no eran nuevas y que se habían vivido con anterioridad.
Las comunas de Curanilahue y Arauco, en la provincia del mismo nombre, son dos de los ejemplos más desoladores dela formaen que un mismo fenómeno climático puede afectar dos o más veces un mismo territorio, con situaciones que se repiten de manera exacta una y otra vez.
Ni siquiera es necesario realizar una revisión exhaustiva de las emergencias que han afectado a ambas comunas, ya quesolo en los últimos diez días hay sectores habitacionales donde las familias resultaron damnificadas la semana pasada, cuando se produjeron las lluvias más intensas, y nuevamente esta semana, sin tener espacio para secar o recuperar parte de sus hogares.
Esta semana también estuvo en ambas comunas el Presidente Gabriel Boric, quien entre otros anuncios, reafirmó el compromiso de contar en agosto con la firma del Plan maestro de aguas lluvia para Arauco, Cañete, Lebu y Curanilahue, con el fin de que pueda ser concretado por el Ministerio de Obras Públicas. Se trata de un proyecto largamente anhelado porlascomunas, pero que demorará en concretarse y estar operativo, más allá de la voluntad gubernamental por sacarloadelante.
La pregunta que queda pendiente, eso sí, es cuánto tiempo debió esperar lazona para llegar aser prioridad, pese a que tal vez si se hubiera realizado antes habría evitado la profunda huella de desolación que hoy deja la emergencia en las familias y las comunas. En 2006, una inundación de proporciones debido a la salida del río Andaliénafectóatodoel sectorde Collao y Nonguén, en Concepción, después de tres días de precipitaciones que quedaron en los registros históricos.
El anegamiento incluyó viviendas, colegios, universidades, el terminal de buses, recintos militares y hasta el estadio Ester Roa Rebolledo, lo que dejó alrededor de 1o mil personas afectadas y la misión de mejorar la respuesta de la infraestructura ante posibles nuevas crecidas, objetivo que se logró con un proyecto que, hasta ahora, mantiene su eficiencia. Después de estascasi dossemanas y al alero de las proyecciones realizadas porlosexpertos, es tiempo que los representantes locales se sumen a la preocupación de los habitantes y avancen en gestiones que puedan significar mejoras.
No es posible quesolo bonos y apoyo enrecursos para los afectados sean la forma de enfrentar temas que tienen relacióncon planificación urbana y mejorasen infraestructura, ya que hay quienes pueden intervenir e impulsar estos cambios en los niveles de toma de decisiones, allfestá su responsabilidad y su aporte. su responsabilidad y su aporte..