Autor: MARÍA FLORENCIA POLANCO
Falta de profesores hombres en educación básica: la otra cara del déficit docente
Falta de profesores hombres en educación básica: la otra cara del déficit docente El 76% de quienes hacen clases en este nivel educativo son mujeresContar con más profesores hombres a seguir carreras pedagógicas”. de educación básica puede inspirar a niños............................................................................................................ MARIANELA NAVARROACADÉMICA DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDESManuel Puebla les hace clates de enseñanza básica ses de Música a estudian hace 12 años. Algo que no solo lo apasiona, sino que se le nota en la voz lo hace vibrar. “Al principio estaba muerto de miedo, pero cuando estás con los más pequeños, te cambia la percepción. Es mágico, porque los niños sienten curiosidad, se sorprenden con todo y quieren hacerlo todo. Eso, como profesor, es muy motivante”, dice el docente del Colegio CREE, de Cerro Navia. Sin embargo, la historia de Manuel, más que una regla, es una excepción. En Chile, según datos del Ministerio de Educación, la presencia masculina en las aulas de 1 a 8º básico es muy baja. De cada 10 profesores que hacen clases en este ciclo, solo 2,3 son hombres, cifra que, en los últimos 10 años, sigue estable (ver infografía). Esta brecha también existe en la formación de los educadores. Solo un 21% de los que están ejerciendo y tienen un título en Pedagogía Básica son hombres. Una realidad que sigue replicándose en la carrera universita-ria. Daniel Jiménez está en quinto año de Pedagogía Básica en la Universidad de Chile, y de las 40 personas que integran su generación, 3 son hombres.
“Somos muy pocos”, advierte, y agrega que él optó por educación básica porque “las desigualdades se corrigen y las oportunidades se abren desde temprana edad”. Romper el “círculo vicioso”Marianela Navarro, investigadora de la Universidad de los Andes, Es fundamental tanto hombres como que los niños vean que mujeres pueden desempeñar roles de enseñanza. Esto normaliza la idea de que cualquiera puede ser educador”.......................................................... DANIEL JIMÉNEZESTUDIANTE DE PEDAGOGÍA BÁSICA, U. DE CHILEla percepción de que esta es una profesión exclusivamente femenina. Trinidad Ríos, directora de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad del Desarrollo, coincide.
“Si los niños tienen más referentes hombres como profesores podrían inspirarse y decir lo admiro y comprometerse con la vocación”. Y agrega que, así como se impulsan iniciativas para que más mujeres estudien carreras científicas, se podría hacer algo similar con los hombres en Pedagogía Básica. La presencia de hombres en el aula no solo es un tema de equidad, sino que puede tener un impacto significativo en el desarrollo académico y emocional de los niños.
“Tener a un profesor hombre que te enseña Lenguaje y Comunicación puede impactar positivamente en los niños, por ejemplo (históricamente, los hombres tienen peores resultados que las mujeres en esta materia). O que un niño de 1 básico vea a un profesor traduciendo sus sensaciones en emociones, etiquetándolas, trabajando con vivencias desde los primeros años, va a permitir que no asocien sus figuras a ciertas temáticas, como a las mujeres a la crianza”, agrega Anita Díaz, de Elige Educar. ALBEUPLEUNAMhoy lidera un inédito proyecto Fondecyt sobre la participación masculina en este nivel. La académica no solo considera que es un tema “poco visibilizado”, sino que es provocado por varios factores, entre ellos, los estereotipos de género.
“Se asocia a las mujeres con la docencia por una supuesta mayor empatía y paciencia; también serían naturalmente más idóneas para la educación de niños y niñas, lo que no encaja con las expectativas sociales dela masculinidad”, explica.
Otros motivos serían los bajos salarios, la percepción de la carrera como poco prestigiosa, prejuicios sobre la conducta de los hombres en relación a sospechas de abuso sexual y, por último, a que los hombres tenderían a conseguir ascensos más rápido.
“Esto responde a la teoría de la escalera mecánica de cristal, según la cual los profesores hombres encuentran ventajas estructurales en la profesión, teniendo mayores probabilida-des que las mujeres de ser ascendidos a puestos de liderazgo en las escuelas”, agrega Navarro. Anita Díaz, directora del área de Atracción y Retención de Elige Educar, complementa esta visión. “Necesitamos hombres y mujeres en las aulas para ofrecer oportunidades de aprendizaje equitativas”, afirma. Desde su perspectiva, el “círculo vicioso” se perpetúa debido a la falta de modelos masculinos en la educación básica, lo que a su vez refuerza. N La principal causa, según expertos, son los estereotipos de género, como que educar es un rol femenino. Que los niños y niñas cuenten con más referentes masculinos en el aula, aseguran, es clave para su desarrollo y también permitiría despertar más vocaciones docentes en ellos. El 76% de quienes hacen clases en este nivel educativo son mujeres Manuel Puebla lleva 12 años enseñando a niños.
Trinidad Ríos, directora de la Escuela de Pedagogía Básica de la U. del Desarrollo, plantea que así como se promueve el ingreso de mujeres a las carreras científicas, deberían existir mecanismos similares para atraer a más educa