El impacto de la guerra: los envíos a Rusia caen en monto, número de productos y empresas exportadoras

Los embarques agroindustriales han sido los más afectados, con descensos cercanos al 50%, mientras que los salmones, que explican casi la mitad del comercio hacia ese destino, han mantenido estables sus retornos. El 24 de febrero de 2022 las tropas rusas iniciaron la invasión de Ucrania, en una decisión militar que tuvo un impacto brusco e inmediato en el comercio internacional. Y los exportadores chilenos sufrieron las consecuencias. Hasta antes del conflicto bélico, Rusia era el vigésimo destino de las exportaciones nacionales, por sobre países como Reino Unido, Australia o Ecuador. En 2021 los envíos a ese país totalizaron US$ 617 millones, según las cifras del Banco Central. Un año después, en medio de la etapa más álgida de la guerra —que ha causado 9 mil muertes civiles y provocado la salida de 7,2 millones de ucranianos de su país—, los embarques cayeron 25%, llegando a los US$ 460 millones. El descenso, eso sí, no significó que Rusia retrocediera en el ranking de compradores de bienes chilenos, manteniéndose en el puesto número 20. De acuerdo con los mismos datos del Banco Central, durante el primer semestre de 2023 las exportaciones a ese mercado sumaron US$ 225 millones, por lo que se proyecta una cifra similar a la del cierre de 2022. Sin embargo, Rusia está ahora en la posición vigesimoquinta en la lista de destinos de los envíos nacionales. A nivel de empresas y de número de productos, el impacto también se ha sentido. Según las cifras de ProChile, la guerra ha causado una baja en el número de compañías exportadoras a ese mercado. En 2021, antes del estallido bélico, 197 firmas chilenas comercializaban con ese país. Un año después la cifra de exportadoras había caído a 135, con un descenso de 32%. La cantidad de productos también se vio afectada: en 2021 se embarcaban 113 tipos diferentes, mientras que un año después la cifra retrocedió a 69 (39% menos). A juicio del presidente de la Asociación de Exportadores (Asoex), Iván Marambio, este descenso se explica, en parte, por el alza de los combustibles, que ya venía desde la pandemia del covid-19, lo que implicó que las tarifas de transporte por tierra y mar aumentaran, encareciendo el envío de productos. Adicionalmente, los problemas logísticos también han contribuido. Marambio dice que el cambio de rutas marítimas y la suspensión de llegadas a puertos, varios de ellos ubicados cerca de las zonas de conflicto, han afectado a varios embarques chilenos. Salmón: el más importante y el menos afectadoLa oferta chilena a Rusia está dominada principalmente por salmones y truchas, que concentran cerca de la mitad de los envíos totales. De hecho, Rusia es el cuarto destino más importante para la acuicultura chilena en el mundo, después de Estados Unidos, Brasil y Japón. Antes de la guerra, este tipo de proteína animal representaba el 41% de las exportaciones (con US$ 254 millones) a los rusos. En 2002, año de inicio de la guerra, el salmón casi no se vio afectado (US$ 244 millones), pese a que el resto de los embarques sí cayeron. Y así se ha mantenido en 2023 (US$ 114 millones al primer semestre, según el Banco Central). Esto ha hecho que en los dos últimos años los salmones representen el 50% de los envíos a Rusia. Desde el Consejo del Salmón, gremio que agrupa las principales empresas exportadoras del rubro, destacan que Rusia sigue siendo un mercado muy relevante, y que a nivel de volúmenes ha mostrado una importante evolución, que este año se encarama, incluso, a cerca del 70% de aumento. “Esto hace presagiar que se alcanzarán los niveles anteriores al conflicto en toneladas exportadas”, explican desde el gremio acuícola. Agricultura, con mal balanceAl contrario, el sector agropecuario es uno de los rubros exportadores más afectados con la guerra. Según los datos de ProChile, este rubro pasó de envíos por US$ 137 millones en 2021 a US$ 56 millones en 2022. Pese a esto, se mantiene como el segundo sector más importante en el comercio hacia Rusia, destacando los embarques de almendras, uvas, peras y kiwis. Desde la agroindustria explican que esta merma se debe, principalmente, a problemas logísticos de la guerra, aunque destacan que al menos en 2023 se han mantenido los retornos de 2022. De hecho, en los primeros semestres de ambos años se exportó la misma cantidad de fruta: US$ 36 millones. “Las exportaciones de frutas frescas chilenas a Rusia se mantienen (entre 2022 y 2023), así como las empresas que tradicionalmente envían su fruta a este mercado. Los volúmenes, eso sí, han presentado una importante baja, lo que sin duda tiene relación con la guerra, pero también a efectos posteriores a la pandemia del covid-19”, comenta Marambio. Sin embargo, hay productos que derechamente dejaron de exportarse a Rusia a partir del conflicto: cobre y queso. Lo del derivado lácteo es especialmente sensible, ya que según la información entregada por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei) de la Cancillería, el 35% de los quesos que salían del país eran dirigidos a Rusia. Además del queso, la Subrei asegura que los choritos (mejillones), las almendras y las peras frescas están entre los productos más afectados y han debido redirigirse a otros mercados. Escrita por Constanza Briceño y Rephael Méndez “Los autores son estudiantes que integran el Laboratorio de Contenidos Periodísticos de la Facultad de Comunicación de la Universidad de los Andes”.

Resumen

Un año después, en medio de la etapa más álgida de la guerra —que ha causado 9 mil muertes civiles y provocado la salida de 7,2 millones de ucranianos de su país—, los embarques cayeron 25%, llegando a los US$ 460 millones., El descenso, eso sí, no significó que Rusia retrocediera en el ranking de compradores de bienes chilenos, manteniéndose en el puesto número 20.De acuerdo con los mismos datos del Banco Central, durante el primer semestre de 2023 las exportaciones a ese mercado sumaron US$ 225 millones, por lo que se proyecta una cifra similar a la del cierre de 2022., Un año después la cifra de exportadoras había caído a 135, con un descenso de 32%.La cantidad de productos también se vio afectada: en 2021 se embarcaban 113 tipos diferentes, mientras que un año después la cifra retrocedió a 69 (39% menos).A juicio del presidente de la Asociación de Exportadores (Asoex), Iván Marambio, este descenso se explica, en parte, por el alza de los combustibles, que ya venía desde la pandemia del covid-19, lo que implicó que las tarifas de transporte por tierra y mar aumentaran, encareciendo el envío de productos.

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