Comentarista EMOL (Chile)
14-10-2024
Violencia en los centros de salud: La situación en el país y las cifras que explican el panorama
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, en lo que va de año, se han registrado 7.319 incidentes con funcionarios de Atención Primaria de Salud. Conoce los detalles. La crisis de seguridad no solo afecta a quienes están en la vía pública, el descontrol de la violencia ha llegado a distintos establecimientos del país y pareciera que las medidas no son suficientes. Cada vez son más los casos que se registran aumentando la percepción de inseguridad en la ciudadanía y el temor a ser víctima de un delito violento. Así como se registran delitos afuera de establecimientos educacionales, pasa en los centros de salud. Los funcionarios de Atención Primaria de Salud (ASP) viven su propia ola de violencia.
De acuerdo con la información de la policía, hubo un nuevo hecho de violencia que afectó a los trabajadores de salud, específicamente en la comuna de Renca, donde funcionarios del Centro de Salud Familiar (Cesfam) fueron amenazados con un arma de fuego por parte de un sujeto, que luego se dio a la fuga. La municipalidad de la comuna condena “categóricamente cualquier hecho de violencia en contra de nuestros funcionarios de salud, quienes cumplen un rol fundamentalmente para la comunidad”. Esta situación no es aislada. Otro caso que conmocionó a las autoridades, fue el registrado en el Cesfam Raúl Silva Henríquez, donde fueron asistidos los heridos de la balacera de Bajos de Mena. Aquí los funcionarios fueron amenazados por los presuntos autores del tiroteo.
Debido a estas situaciones, en conversaciones con Radio Universo a fines de septiembre, la doctora Anamaría Arriaga, presidenta del Colegio Médico (Colmed), sostuvo que hay preocupaciones sobre el Presupuesto 2025, “nosotros queremos exigir que parte de ese presupuesto en seguridad vaya específicamente a Salud". Asimismo, señaló que la violencia registrada en el país ha llegado a un límite y se trata de una que “no respeta la vida”, agregando, específicamente a lo ocurrido en el Cesfam Raúl Silva Henríquez, que “es una situación con la que no podemos lidiar (.. .) esta violencia nos deja fuera de posibilidad de defendernos, y por eso estamos exigiendo a la autoridad medidas de protección mientras este problema se aborda con las medidas necesarias, que serán de inteligencia, leyes, municipios, en fin”. De acuerdo con los datos entregados por el Ministerio de Salud (Minsal), en lo que va de año se registran 7.319 incidentes con funcionarios de ASP, de las cuales, más del 68% corresponden a agresiones verbales. En cuanto a las comunas donde se registran los incidentes, el 25 % se concentra en Puente Alto, San Pedro de La Paz, Maipú, Arica, Pudahuel, Valparaíso, Santiago, Temuco, San Bernardo y Antofagasta. En tanto, las agresiones con armas constituyen el 1% de los registros.
La manifestación de la violencia Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, explica que desde hace algunos años se han registrado incidentes en los centros de salud, pero que estos responden a la frustración de las personas por el “atochamiento transitorio” o por el “colapso” del sistema.
“Esta es una reacción de impotencia de las personas en un escenario en que su problema de salud no ha sido resuelto oportunamente y es un reflejo natural, pero no justificado, de su frustración con el sistema de salud”. No obstante, explica que lo que se está registrando en la actualidad es otro tipo de violencia que está provocada por bandas criminales, “que atacan centros de salud para que sus enemigos no sean atendidos y no se les salve la vida”. “Este es un nuevo problema que hay que enfrentar y que no tiene que ver con la capacidad de atención del centro de salud, es una nueva manifestación de la violencia que afecta al país y que es un síntoma de intentos o francamente de control de ciertas áreas geográficas por parte de bandas criminales y requieren tratamientos diferentes a la violencia por frustración o por no atención oportuna, al igual que las otras manifestaciones de violencia del mismo origen”, advierte.
Luis Toledo, director del Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado (
CESCRO) de la
Universidad San Sebastián, señala que estas cifras dan cuenta de una realidad, pero no permite conocer si es un fenómeno al alza y el grado en que está relacionado con la crisis de seguridad.
“Sin embargo, no se puede desconocer que la instalación del crimen organizado a nivel territorial genera una serie de externalidades negativas, como por ejemplo la extensión de la violencia a espacios institucionales, como los centros de salud o educacionales.
Lamentablemente, estas situaciones es algo que ya hemos empezado a observar en distintas zonas del país, de cómo se suspenden clases por situaciones de violencia en los alrededores de los establecimientos educativos (funerales de alto riesgo, balaceras, etc. ) o amenazas directas al personal de salud como lo ocurrido en Centro de Salud Familiar de Puente Alto”, explica. Medidas del Gobierno En cuanto a las medidas que debiese abordar el Gobierno, Toledo puntualiza que dada la complejidad del fenómeno, el gobierno debería considerar medidas que aborden diferentes aristas del problema.
Por ejemplo: - Aumentar el presupuesto para seguridad en centros de salud. - Endurecer las penas para agresores de personal médico. - Desarrollar campañas de concientización sobre el respeto al personal de salud. - Mejorar las condiciones laborales y de atención para reducir la frustración de pacientes y personal. Desde el Minsal señalaron a Emol Facts que desde el año 2018, el ministerio ha implementado varias iniciativas para abordar esta problemática.
“La Subsecretaría de Redes Asistenciales formó mesas de seguridad en los 29 Servicios de Salud del país, las que tienen por objetivo desarrollar acciones preventivas, planes de capacitación y estrategias para mejorar los protocolos de prevención y tratamiento de agresiones”. Asimismo, comentan que este año, desde el Minsal, y en conjunto con Interior, han estado trabajando en un plan que tiene como propósito mejorar las condiciones de seguridad de los establecimientos de salud pública, en particular hospitales y centros de atención primaria. ¿Cómo?: “A través de estrategias integrales y pertinentes al nivel de riesgo de los establecimientos, orientadas a fortalecer las capacidades preventivas y de respuesta ante hechos de violencia.
Todo esto, en coordinación con las policías, Ministerio Público, municipios y gremios”. Las consecuencias en el área de la salud Toledo apunta a que el aumento de la violencia en centros de salud podría tener graves consecuencias, entre ellas: - Disminución en la calidad de atención debido al estrés y miedo del personal. - Aumento del ausentismo laboral y rotación de personal. - Dificultades para retener y atraer profesionales de la salud pública. - Mayores costos operativos debido a la necesidad de implementar medidas de seguridad. - Deterioro de la relación médico-paciente y la confianza en el sistema de salud.
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